El desprecio es un sentimiento negativo que se manifiesta cuando se considera a algunas personas indignas de aprecio o estima. Quienes desprecian, desvalorizan, desestiman y rechazan, ven al prójimo con desdén y suelen hacerles desaires. Carecen de sensibilidad social.
En psicología y otras ciencias sociales, el desprecio se define como una sensación intensa de aversión, falta de respeto o reconocimiento. Implica la negación y humillación del otro, poniendo en duda su integridad moral y capacidad. Los supremacistas suelen despreciar a quienes ellos consideran seres inferiores. Tenemos varios ejemplos:
En medio del complejo panorama, tras la Depresión Aislada en Niveles Altos (Dana) que inundó la comunidad valenciana, el rey Felipe VI de Borbón, la reina consorte Letizia y Pedro Sánchez decidieron visitar las zonas afectadas el 3 de noviembre, seis días después de la tragedia. ¿Cómo los recibió el pueblo de Paiporta, un municipio de 27 mil habitantes? Con barro, abucheos e insultos: “¡Fuera, fuera!”, “¡Asesinos” y “¿Para qué habéis venido, ¿para ponerte una medalla, vete de aquí!”. Sánchez los llamó “violentos marginales”.
En consecuencia, suspendieron la visita a Chiva, otra localidad. La solidaridad estuvo siempre presente, pero no de reyes ni presidentes, sino del pueblo.
El 27 octubre 2024, el Madison Square Garden fue el escenario donde simpatizantes de Donald Trump, incluido Elon Musk, se congregaron para apoyar al candidato republicano. El comediante Tony Hinchcliffe, conocido por su desprecio hacia los chinos, aseguró que a los latinos «les encanta hacer bebés»; se burló de los palestinos, llamándolos “lanzadores de piedras”; insultó a un hombre negro del público con una referencia a una patilla y contó el siguiente chiste: “Hay una isla flotante de basura en medio del océano en este momento. Creo que se llama Puerto Rico”.
El huracán María fue un ciclón tropical mortífero que devastó Dominica, las Islas Vírgenes de Estados Unidos y Puerto Rico en septiembre de 2017.
Donald Trump visitó el 4 de octubre, casi tres semanas después, a damnificados de este estado libre asociado. El pueblo estaba contento no solo por la presencia de tan ilustre visitante, sino por las ayudas que procuraría. Lejos de tender la mano, se limitó a realizar declaraciones sobre el gasto que le ha supuesto al Gobierno las ayudas a Puerto Rico y comenzó a lanzar rollos de papel higiénico a quienes llevaban semanas sumidos en la tragedia.
ALÍ ROJAS OLAYA
ÚN.
