EE.UU.: La democracia y el hombre desnudo con cuchillo | Por: David Gómez Rodríguez
Resulta que el minotauro se ha mordido su propia mano en el laberinto de su abstracta democracia. Las escenas vistas en el Capitolio de Washington hace unas horas son como las últimas gotas de sangre y pintura que componen una obra violenta y sinuosa que nos hace pensar en la falta de racionalidad y en la odisea actual de la democracia norteamericana. Una imagen, que por la intensidad y la fuerza con la que se muestra frente al mundo, podría compararse con los cuadros del artista plástico y máximo representante del expresionismo abstracto, Jackson Pollock.
La imagen en su conjunto es caótica, pero cuando detenemos la mirada y nos enfocamos en puntos determinados, comienzan a aparecer con mayor figuración y claridad las escenas de la decadencia. Sin duda, todos podemos reconocer esto en el episodio bárbaro y violento del 6 de enero, ahí está la decadencia, en medio del mazacote de votos, enmiendas, dinero y sangre. Según el senador demócrata Chuck Schumer, al día 6 de enero podemos agregarlo a la “lista de fechas en la historia de Estados Unidos que vivirán por siempre en la infamia». El senador asegura que esta lista es “corta”, pero, usted, Kennedy, George Floyd, Allende, el mismísimo Joe Biden y yo, sabemos que esa lista es muy larga, pues la infamia es una palabra que pudiéramos utilizar a diario para referirnos a hechos que suceden en EE.UU. gracias a su gobierno o que impulsa el imperialismo yanqui en el mundo.
Según diversos medios, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con un poder agonizante, animó a sus seguidores a congregarse alrededor del Capitolio. El controvertido magnate dijo a sus seguidores «No cederemos nunca, nunca concederemos». Por su lado, Joe Biden declaró «No eran manifestantes. No se atrevan a llamarlos manifestantes. Eran una turba desenfrenada. Insurrectos. Terroristas domésticos». Trump, ha atacado a aquellos que se “aferran al poder”, pero viendo su mandato muerto ha buscado todos los medios para revivirlo, tratando incluso de despertar a una bestia sin alma y con sed de sangre sobre su propio país. Siguiendo con Jackson Pollock, podemos decir que la obra del artista norteamericano que mejor podría ilustrar este osado intento de apuñalar al maltrecho sistema y constitución norteamericana, es la pintura “Naked Man with Knife” (1938), o dicho en español “Hombre desnudo con cuchillo”, que es una composición confusa y violenta de unas figuras humanas que, entrelazadas, luchan desnudas de una forma descarnada.
Algunos expertos relacionan la obra con el asesinato de Abel, pues puede verse la rabia y la infamia en la forma en la que uno de los hombres intenta enterrar un cuchillo en el pecho de otro. “Hombre desnudo con cuchillo” nos sirve como la metáfora perfecta para ver la actual situación política norteamericana. Las figuras, tanto en la pintura como en la realidad, están unidas, son espejos sinuosos enredados en la violencia y la desesperación, todo es ocre, naranja, negro y rojo… tanto los colores como la imagen del puñal alzado nos permiten sentir la bestialidad y el horror. Como ese hombre con cuchillo, tanto Trump como la democracia yanqui, han quedado desnudos en su laberinto de violencia.
No se trata solo de los cinco muertos resultantes, sino de la máscara que se cayó mientras la barbarie se imponía. La estructura que han mostrado al mundo como un símbolo de respeto, institucionalidad y democracia fue apuñalada y violada por sus propios hijos, y en el proceso han ejercido el ritual de sacrificio, hicieron una parodia del minotauro de Minos tomando los espacios donde debe gobernar la sindéresis; sí, el Minos que impuso sanciones y hambre a Atenas. El símbolo del minotauro por su parte, fue un hombre al cual se le relaciona con la organización supremacista y de ultraderecha “QAnon”, hombre con apariencia de bisonte al que se escuchó vociferar consignas contra el sistema político venezolano cual hijo de Trump, su imagen representa una locura que indigna a todo el que cree en la democracia. Es posible que Pollock haya tenido algo de profético al dejar el siguiente trabajo sin nombre, pues el salvajismo que vive hoy EE.UU. bien podría representarse también con ella, por cuanto desde hoy comenzaré a llamar a la siguiente obra: Trump y la bestia. No importa que la misma se haya realizado en 1939 y actualmente se encuentre en la University of New Mexico.
Volviendo a “Hombre desnudo con cuchillo”, otra cosa que podemos destacar es que el cuchillo no es obvio, se pierde de vista, sin embargo, es el centro de la pintura. También es importante destacar que el arma dentro de la obra no está pintada de rojo, es decir, para el espectador aun el crimen no ha sido consumado, sin embargo, en toda la pintura Pollock usa tonos rojos para crear una sensación de desenfreno, en el que la violencia en sí ya ha matado lo humano… allí, con el cuchillo, el hombre es bestia. Aún no hay crimen, pero algo ya ha muerto. En el caso del Capitolio, el Golpe de Estado tampoco fue consumado, pero queda claro que, aunque el cuchillo no está en el fondo del corazón del país, la democracia en EE.UU. ha sido asesinada hace mucho tiempo, toda la sangre de ese sistema está regada en la plutocracia, en el racismo, en la falta de seguridad social, en la desigualdad, en el intervencionismo imperialista, en la tortura, en la soberbia. El cuchillo está limpio, pero todo a su alrededor sangra, no importa que ahora Trump se lave las manos.
DAVID GÓMEZ RODRÍGUEZ