El diario estadounidense, The New York Times, ha calificado de “caudillo fascista” a Jair Bolsonaro, comparando su gobierno con regímenes totalitarios. Bolsonaro a quien los medios internacionales han llamado el “Trump tropical”, se encuentra en el peor momento político, con una grave crisis sanitaria en su país.
Recientemente, en un artículo de opinión publicado por el diario, los profesores Jason Stanley y Federico Finchelstein criticaban al mandatario.
“Bolsonaro en lugar de promover la ley y el orden, ha mostrado preocupantes tendencias dictatoriales y, en cierta medida, fascistas”.
Al respecto, agregaban que, al estilo de Donald Trump, Bolsonaro denuncia frente a sus seguidores a los órganos del Estado que lidera. En lugar de brindar la estabilidad prometida, desestabiliza, convirtiéndose en agente del desorden.
“El caudillo brasileño se acerca a los líderes fascistas que crearon la fantasía de que la violencia reinaba en las calles y, con esa excusa, impulsaron la formación de milicias fascistas que promovían la mano dura”. afirmaron.
Caos institucional y muertes por covid-19
Las muertes por el virus en Brasil son ahora las más altas del mundo. Los inversores están huyendo del país.
El presidente, sus hijos y sus aliados están bajo investigación. Su elección podría incluso ser revocada.
La crisis se ha vuelto tan intensa que algunas de las figuras militares más poderosas de Brasil, advierten sobre la inestabilidad y los riesgos para la democracia.
El autor de frases como “lo sentimos por todos los muertos, pero ese es el destino de todos”. Está siendo investigado por acusaciones de abuso de poder, corrupción y divulgación ilegal de información errónea.
Intervención Militar
Ante este desolador panorama, The New York Times en un artículo publicado el jueves, vuelve hacer la advertencia sobre el golpe de institucionalidad.
En Brasil, la mitad del gabinete está compuesto por figuras militares, y ahora, según los críticos, Bolsonaro confía en la amenaza de una intervención militar para evitar los desafíos a su presidencia.
Augusto Heleno, asesor de seguridad nacional, advirtió sobre “consecuencias impredecibles para la estabilidad nacional”, después de que la Corte Suprema dejara avanzar una investigación sobre los partidarios de Bolsonaro.
Otro general, el ministro de defensa, respaldó rápidamente la provocación, mientras que Bolsonaro también arremetió, sugiriendo que la policía ignore las “órdenes absurdas” de la corte.
“Esto está desestabilizando al país, justo durante una pandemia”, dijo Sergio Moro, el ex ministro de justicia, sobre la crisis y las amenazas de intervención militar.
Los líderes políticos y analistas coinciden en que la intervención militar parece poco probable. Aun así, la posibilidad se cierne sobre las instituciones democráticas de la nación, que están analizando a Bolsonaro y su familia en múltiples frentes.
