La mediática mundial no podía dejar pasar por alto un hecho de preocupación y ocupación global, como es el nuevo Coronavirus (COVID-19), para afincarse una vez más en Venezuela, aunque el resto del mundo esté sufriendo las consecuencias de la pandemia con más intensidad, solo este país es el foco de las grandes corporaciones, que no dejan de asombrar por su capacidad de suprimir hechos reales, para sustituirlos por mentiras amarillistas.

 

Tal es el caso del The Washington Post. Su editorial del 20 de marzo solo buscó una razón para desinformar a la población lectora, como es su costumbre, sobre las medidas que ha venido implementando el gobierno bolivariano, liderado por el presidente Nicolás Maduro para contrarrestar la propagación del nuevo Coronavirus.

El consejo editorial del periódico estadounidense, señaló que »los impactos más devastadores de la nueva pandemia de Coronavirus podrían afectar a los principales adversarios extranjeros de la administración Trump. Irán ya está siendo devastado por el Coronavirus», de igual manera nombran a Corea del Norte y más importante para ellos, a Venezuela, alegando que las medidas de protección tomadas por el gobierno nacional como la cuarentena social, colectiva y voluntaria son una imposición »autoritaria», cuando es la única medida con la que puede lograrse el corte de la cadena de propagación.

Justifican las carencias del sistema de salud en los Estados Unidos, que lejos de ser un derecho, se convierte en un lujo y una preocupación para los enfermos. Donald Trump ha maquillado la importancia de frenar el brote y sus políticas han sido lamentables, ni siquiera ha decretado la cuarentena, cuando su país es el sexto con más casos de contagio y muertes.

En el artículo titulado: ¿Por qué la propagación de covid-19 en Venezuela es una perspectiva particularmente aterradora?, atacan no solo las políticas de protección ante la emergencia sanitaria sino al sistema de salud venezolano que es público y, con un tono de arrogancia, aplauden intrínsecamente que Venezuela ha sido víctima del bloqueo inhumano que restringe la importación de medicamentos e insumos médicos.

Por su parte, celebran la negativa del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre el préstamo solicitado por el gobierno de Maduro y, además vociferan que Juan Guaidó, es quien puede establecer los enlaces internacionales necesarios para hacer llegar las «ayudas humanitarias», aunque  su figura carezca de toda legalidad y legitimidad.

Pero lo cierto es que pretenden borrar, cómo el Ejecutivo venezolano ha maniobrado de distintas maneras para respaldar el sistema sanitario y lo ha logrado con ayuda de China, Cuba y Rusia, siendo el primer país en Latinoamérica en haber acatado las normas emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que ha acarreado un nivel de consciencia social en el colectivo. Además de implementar otras medidas como el uso obligatorio del tapabocas, el distanciamiento social, las brigadas de atención inmediata y desinfección en las calles, las encuestas a través del sistema Patria, entre otras.

Ni Guaidó, ni mucho menos Trump, han hecho nada a favor de los venezolanos durante esta pandemia, sino más bien han recrudecido su posición criminal contra el pueblo a través de las medidas y sanciones contra el país.

»¡Rechazo esta agresión y esta basura del Washington Post», dijo Maduro.

Deutsche Welle también ataca

El diario alemán Deutsche Welle (DW) en español, tituló uno de sus trabajos como: «COVID-19, una emergencia especialmente peligrosa para Venezuela», como si la única preocupación mundial es hoy en día Venezuela, que hasta ahora no registra ninguna muerte por el virus, califican de emergencia humanitaria local a una que es mundial.

En esta nota, DW, agrede la medida de cuarentena voluntaria y no obligatoria como lo han tenido que hacer otros gobiernos del mundo, y también la puntualizan como una »imposición», pero parece que la torpeza y arrogancia entre líneas, pretenden desvirtuar la importancia de la medida, por lo que este medio de comunicación, se ubicaría en un nivel de irresponsabilidad comunicacional ante la actual emergencia social.

Igualmente, DW destaca muy bien la capacidad de resiliencia del venezolano que se ha enfrentado al bloqueo criminal impuesto por los Estados Unidos, y mientras aseguran que »hay dos presidentes» enfrentando la epidemia, es Nicolás Maduro y su gobierno legítimo, el encargado de las políticas que se han venido implementando con el apoyo y respaldo de todo el pueblo.

En este artículo se contradicen los autores, quienes establecen una crisis económica de inaccesibilidad del usuario a los productos, pero además alegan que, »desde el anuncio oficial se vieron largas colas y estantes de productos vacíos», ¿Hay o no poder adquisitivo?

Las imágenes que ruedan a nivel mundial, no son precisamente de los mercados venezolanos, sino los europeos (incluyendo a Alemania) y los estadounidenses donde sí han dejado los estantes vacíos y las colas se han visto kilométricas.

Al igual que The Washington Post, DW, ataca el sistema de salud venezolano, pero en ningún espacio hacen mención que es público, de libre acceso y que, es el gobierno bolivariano quien asume responsablemente con los gastos de los tratamientos de aquellos pacientes que resulten positivos para COVID-19.