Corazón Rockero: El Rock y el Metal venezolano es libertad, por eso no trabajamos por encargo (+Comunicado)

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Nosotros, las y los integrantes de CORAZÓN ROCKERO, creadores de la nueva escena del Rock y del Metal venezolano, financiada con recursos nacionales, que pagan a quienes, con su creación espontánea, han logrado los conciertos de mayor asistencia dentro de la historia de nuestro género en Venezuela; rechazamos el pretendido “ciclo de conferencias sobre el ‘metal’ venezolano y alemán”, convocado por el Goethe Institut, agencia alemana que junto con su similar Fundación Konrad Adenauer, ha estado involucrada en Golpes de Estado e Intervenciones extranjeras en el mundo, así como en el financiamiento de falsas organizaciones de derechos humanos, que han apoyado violaciones de los mismos en nuestro país, específicamente, apoyando el bloqueo que desde 2015 sufre Venezuela, por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, y algunos gobiernos de la Unión Europea (entre ellos, el gobierno alemán)

El pasado 28 de mayo de 2020, probamos que, desde el 2011, el gobierno de Estados Unidos ha destinado dinero para comprar músicos de rock nacional, que escriban, por encargo, canciones contra Venezuela, contra el gobierno elegido por la mayoría de los venezolanos, y contra su democracia y libertad; denuncia que trajo como consecuencia el fracaso de las convocatorias de conciertos al aire libre, que constituían un foco intencional que ponía en peligro la lucha de Venezuela contra el COVID-19. Más adelante, el 17 de junio de 2020, demostramos que otras organizaciones, injerencistas como el Goethe Institut, entre ellas la Fundación Ford, el Open Society Institute y la Embajada del Reino Unido en Venezuela (monarquía que estuvo trabajando 16 meses, junto con Juan Guaidó, pretendido usurpador de la presidencia de Venezuela, para dar un golpe de Estado contra el gobierno legítimo de nuestro país) estaban detrás del financiamiento de la organización PROVEA, que bajo la fachada de ‘lucha por los derechos humanos’ buscaba comprar grupos de rock y metal para un supuesto ‘recopilatorio de rock por medicinas’, haciéndoles hacer música por encargo contra su propio país (principalmente, explicamos las consecuencias para la carrera musical de las bandas que cayeran en dicha trampa, consecuencias que no serían asumidas, ni por PROVEA, ni por ninguno de sus organismos injerencistas patrocinantes). Y finalmente, el 29 de junio pasado, denunciamos un documento, presuntamente de la Fundación Nuevas Bandas, que imponía a las bandas de rock y metal, que aceptaran su convocatoria, y a cambio de ‘participar en festivales y compilaciones discográficas’, el ceder los derechos de autor de su música, con el grave perjuicio que ello significaría para ellos.

Esta vez, se convoca a una conferencia para hablar sobre ‘el metal venezolano, y el metal alemán’, lo cual no tendría problema alguno, si: 1. El evento tuviera un verdadero interés en tratar el tema del género Metal de ambos países; y 2. No estuviera involucrado un Instituto como el Goethe, vinculado con los convocantes, antes mencionados y denunciados, de todos los hechos lesivos para el rock y el metal venezolano, y contrarios a Venezuela y sus legítimas autoridades.

En dicha convocatoria, no figura ninguna banda de rock o metal alemana, solo una banda de rock venezolana, además de patrocinantes locales que no parecen tener peso alguno en el patrocinio de esta actividad (el sitio de Internet CUSICA, que pretendió prohibir a uno de los íconos del rock venezolano, Victor González (KASINO), el derecho de usar la música que él escribió con su agrupación histórica, La misma gente, y una radio privada que nunca ha dado espacio al metal venezolano). Es evidente la dependencia de la parte venezolana del evento, con el patrocinante alemán, demostrando que no existe un legítimo intercambio de saberes entre la histórica escena del Metal alemán, y la escena del Metal venezolano, que desde 2005, gracias al nacimiento de la República Bolivariana de Venezuela en 1999, y al desarrollo de todas las libertades e infraestructuras que hemos conquistado con el Movimiento de Rock Nacional, le ha dado a nuestro país el mayor crecimiento del metal venezolano en su historia.

Por todo lo anterior, CORAZÓN ROCKERO alerta a nuestros compatriotas que se dedican al rock y al metal venezolano, sobre el falso interés hacia el metal, y la verdadera intención de buscar grupos o artistas de nuestro rock, capaces de venderse para hacer música por encargo, por parte del Goethe Institut, organización patrocinante de eventos que en 2014 acabaron con la vida de más de 40 venezolanos y venezolanas, y que en 2017, dejaron un saldo de más de 170 asesinados, por parte de grupos de choque, entrenados y armados de forma ‘artesanal’ (siguiendo el Manual de Gene Sharp) por asesinos con fachada de políticos de oposición, que precisamente el día de hoy escaparon de Venezuela, y de la justicia, abandonando a sus secuaces su suerte. Dichos grupos de choque no eran ‘manifestantes pacíficos’, sino personas que estaban trabajando para una guerra civil, que diera lugar a una dictadura, a un gobierno opresor, y a quienes ningún grupo de rock o de metal venezolano, a menos que no estuviera buscando que le pagaran por mentir, podría calificar de ‘libertadores’. Un Libertador jamás estaría al servicio de un país con tanto historial opresor en Nuestra América, como el gobierno de Estados Unidos (y de ciertos gobiernos aliados de Europa, entre ellos, el gobierno de Alemania, que por cierto, también reconoció la usurpación que pretendió el hoy saliente Juan Guaidó).

Nosotros comprendemos la necesidad de algunas bandas de metal venezolano, y de algunos organizadores y productores de rock y metal de nuestro país, de buscar patrocinio para sus eventos. Pero existen suficientes empresarios venezolanos, suficientes empresas privadas nacionales, a quienes buscar para patrocinar nuestro rock y metal venezolanos, sin que ello signifique entregar nuestras ideas, y nuestro arte, a una causa que Venezuela rechazó en 2004, 2014, y 2017; y que todo indica que, el próximo 6 de diciembre de 2020, rechazará definitivamente, por la única vía que reconocemos las y los venezolanos para salir de nuestros problemas: El voto.

El artista que trabaja por encargo, que subasta su música, o cualquier otra expresión, no es un artista libre. Invitamos a quienes han sido manipulados, esta vez por el Gotehe Institut, y antes por los patrocinantes de proyectos antidemocráticos antes mencionados, a ejercer su libertad, y a no prestarse para iniciativas que nada tienen que ver con el rock y el metal, sino que, por el contrario, de concretarse, producirían una dictadura igual o peor a la que vivimos en el siglo veinte, donde nuestra música nunca tuvo la oportunidad de surgir, porque nuestro único destino era el de extraer petróleo, como suele pasar, con toda colonia.

El Rock y el Metal venezolano es libertad, por eso no trabajamos por encargo.

 

 


 

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