Las manifestaciones xenófobas en Chile continuaron este fin de semana, luego de una nueva jornada de marchas en rechazo a los migrantes realizadas en las ciudades de Santiago e Iquique.
Cientos de manifestantes acompañados de banderas chilenas y cacerolazos se reunieron parta gritar “Esto no es una inmigración, es una invasión».
En Iquique, ubicada a 1.700 kilómetros de la capital, se realizó una de las manifestaciones más xenófobas, mismo lugar en el que hace unas semanas se registraron hechos violentos, en el que varias personas quemaron las pertenencias de un grupo de migrantes, en su mayoría venezolanos, que acampaban en el lugar.
Durante los últimos días, el clima xenofóbico se ha intensificado en Chile en quienes rechazan la llegada de migrantes, que ingresan desde Perú y Bolivia.
«Estamos cansados de tantos inmigrantes, ocupan las playas, las plazas, los parques, y nos complican gravemente la vida», dicen los manifestantes.
La situación se ve todavía más grave, porque los migrantes quedan abandonados a su suerte sin absolutamente nada.
En las manifestaciones se pueden ver carteles con mensajes violentos que rechazan la presencia de migrantes, e incluso le piden al Gobierno que tome medidas para frenar el avance migratorio.
Mientras se desarrollaba esta manifestación las autoridades advirtieron y evacuaron a un grupo de migrantes cercanos al lugar, para evitar roces y hechos violentos.
Aumentan en Chile las protestas por los #migrantes
Entre ataques violentos a cientos de extranjeros y manifestaciones en pro y en contra, al país siguen llegando cada vez más migrantes en busca de un futuro mejor.#DWNoticias /cmw pic.twitter.com/x1Um1TpB5u
— DW Español (@dw_espanol) October 3, 2021
Por su parte, las manifestaciones xenófobas en Santiago sí se tornaron violentas, donde un grupo de personas terminó enfrentándose con un grupo de “autoconvocados2.
Este altercado dejó como saldo 11 detenidos y una persona apuñalada, así lo informó el cuerpo policial de Carabineros.
Desde el Gobierno de Sebastián Piñera se ha frenado una campaña para frenar la entrada de migrantes irregulares; además de iniciar el proceso de deportaciones.
Con este nuevo proceso de deportaciones el Gobierno chileno prevé expulsar a unas 1.500 personas durante el 2021.
Esta medida ha sido criticada por organizaciones como las Naciones Unidas, tras alegar que las deportaciones no cuentan con garantías judiciales básicas.