La Operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro está en pleno desarrollo, no ha cesado ni cesará, así lo informó el presidente Nicolás Maduro, y afirmó que se trata de un despliegue dinámico de ofensiva cívico-militar policial.
Por ello, compartió públicamente nuevos datos en torno a las investigaciones, luego de la toma de la Cota 905, en Caracas; por parte de los cuerpos de seguridad, desde la madrugada del pasado 8 de julio.
En tal sentido, dijo que los grupos armados desmantelados en la zona del Sur capitalino, actuaban con motivaciones que van mucho más allá de las que frecuentemente mueven a la delincuencia común en Venezuela o en cualquier parte del mundo.
“Tenían objetivos muy claros, con francotiradores le disparaban y asesinaban a gente inocente en los alrededores. Eran grupos de delincuentes articulados con la derecha golpista de manera directa; para crear un ataque sobre Caracas Tenemos las pruebas en las manos”, relató Maduro.
Armamento colombiano y estadounidense
El mandatario nacional aseveró que es desde Colombia, de donde enviaban todo el armamento para equipar a los grupos paramilitares y bandas criminales de la Cota 905. Además, reiteró que con el procedimiento incautaron armas oficiales de las fuerzas militares y policiales de la República de Colombia.
También precisó elementos que refuerzan la vinculación de factores colombianos con el armamento incautado. Por ejemplo, al comentar que se trataba de artefactos como subfusiles Mini UZI calibre 9×19; de origen israelí rotuladas con la inscripción INDUMIL – Bogotá (Industria Militar de Colombia).
De igual forma presentaron armamento de guerra identificado con la sigla (PNC) de la Policía Nacional de Colombia, como los fusiles Galil, calibre 7.62×51 ZAR. Así como fusiles AKM, históricamente utilizados por grupos irregulares colombianos. Por otra parte, encontraron fusiles AR15 calibre 5.56×45, granadas de fusil y fusiles de francotiradores M14 de fabricación estadounidense.
“Es el armamento de los paramilitares colombianos, de la Policía Nacional y el Ejército colombiano. Estaban armando, financiando y preparando a estos grupos criminales de la Cota 905 y sus alrededores; para acciones terroristas contra el pueblo, contra ciudadanos y ciudadanas en una estrategia articulada con la derecha golpista”, agregó Maduro.
Ultraderecha implicada
El presidente Nicolás Maduro refirió que la maquinaria terrorista que desmontó la Operación Gran Cacique Indio Guaicaipuro, sigue el modelo de las bandas criminales de Colombia para ejercer el terrorismo. Al mismo tiempo denunció la articulación de esos grupos con elementos de la ultraderecha venezolana.
En tal sentido, acotó que el prófugo de la justicia venezolana, Leopoldo López, protegido por el gobierno de España, está involucrado de manera directa en la coordinación de los ataques armados de las bandas y factores paramilitares.
“He orientado al canciller de la República (Jorge Arreaza) que traslade toda la información al gobierno de España; porque desde Madrid, España se coordina la entrega de dinero, de recursos para los planes de violencia contra el pueblo humilde Venezuela”, sentenció Nicolás Maduro.
Con todo esto, el jefe de estado alertó al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, a la ministra de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Carmen Meléndez y a todos los organismos de seguridad para que afinen los mecanismos de protección para garantizar estabilidad del país.
Al presentar gran cantidad de uniformes e insignias policiales que tenían en su poder los paramilitares y delincuentes; Maduro recordó que, con el uso de insignias de la DEA, por ejemplo, ejecutaron los mercenarios en Haití el asesinato del presidente Jovenel Moïse.