Aunque todavía existen muchas incógnitas alrededor de la pandemia global de la covid-19 en cuanto a sus reales alcances e implicaciones, la humanidad ya puede ir tomando nota de al menos 3 claves que serán esenciales para triunfar en la era pospandemia.
1. La salud debe ser pública, gratuita y de calidad. Si algo ha puesto en evidencia esta crisis epidemiológica que afecta a 188 países y regiones, ha infectado a más de 9 millones de personas y ha ocasionado cerca de medio millón de decesos, es que los sistemas sanitarios de los países no pueden ser privatizados en su totalidad, como manda la receta neoliberal.
El ejemplo más aleccionador lo brindaron en su momento, primero Italia y luego España. Ambos países fueron el epicentro de la pandemia, una vez que la enfermedad se propagó rápidamente desde China, hasta Europa.
Privatizando la salud
Durante décadas, tanto Italia como España habían venido desmantelando de a poco su infraestructura hospitalaria, reduciendo tanto la disponibilidad de camas, como de personal especializado (médicos, enfermeras, bioanalistas, terapeutas, etc.).
Esto se agudizó tras la primera crisis financiera del capitalismo global a partir de 2007-2008. Con la explosión de la burbuja financiera, la banca central de los países más poderosos salió al «salvataje» de la banca privada.
En Estados Unidos se inyectaron 3.2 billones de dólares, mientras que en Europa la cifra inicial promedió 750 mil millones de euros. Alguien lo resumió en forma tragicómica: se socializaron las pérdidas y se privatizaron las ganancias.
Como en economía, desde la óptica neoliberal, «no hay almuerzo gratis» alguien tenía que pagar la cuenta de la monumental estafa. Y ¿adivinen qué?, se le terminó traspasando a la gente común, como usted y quien esto escribe.
La gran estafa
Y, por supuesto, uno de los sectores más sensibles para el pueblo, pero más «oneroso» para el gran capital fue la salud. En España, no sólo se inyectó una suma enorme de dinero, sino que 47.900 millones de euros se esfumaron, se los robaron.
Y esto impactó gravemente la calidad y capacidad de respuesta sanitaria. Como explica el investigador argentino, Gonzalo Basile, en España, específicamente en Madrid se concentró 41% de los casos y 65% de los fallecimientos.
Añade Basile que la Comunidad de Madrid fue uno de los emblemas del gerenciamiento privado de los establecimientos hospitalarios. Ello aunado a la precariedad de la vida, la soledad de los adultos mayores y la privatización de los ancianatos, constituyen rasgos que se perfilan como preguntas de investigación frente al verdadero impacto de la covid-19.
Tragedia italiana
Asimismo, Basile detalla que 50% de los casos y 66% de las muertes por covid-19 en Italia se dieron en la región de Lombardía, donde las medidas de austeridad extrema sobre los bienes públicos, orientaron el siguiente cuadro:
“La reducción drástica de capacidades de los servicios de salud pública (incluyendo reducción de camas en unidades de cuidados intensivos), la preeminencia de seguros y establecimientos sanitarios privados en el norte de Italia, podrían ser leídos como procesos y determinantes de un sistema de salud italiano sobredemandado y con pérdida de capacidades”.
Entre ambos países (España e Italia), se contabilizan más de 60.000 muertes y 487.192 contagios. En nuestra región la dantesca situación presentada en las calles de Quito, La Paz, Lima, Bogotá y Brasilia, confirman el estrepitoso fracaso del modelo neoliberal.
Se impone la visión del científico social y sociólogo norteamericano, Inmanuel Wallerstein: hay que desmercantilizar la salud, para que pueda estar al servicio del ser humano y no de las grandes corporaciones.
Organización estatal
2) El Estado es necesario. Otro mito muy difundido en esta era de globalización, posmodernismo y posverdades, es que el Estado es una rémora para el progreso. Según la doctrina neoliberal con su tesis del Estado mínimo todo debe ser desregulado.
La pandemia está demostrando que la figura del Estado-nación es insustituible para fijar normas, articular respuestas y coordinar políticas, de lo contario el caos sería total. Antes que debilitarlos o desaparecerlos conviene fortalecerlos.
Pero, especialmente para nuestros países, bajo una visión como la planteada por el antropólogo, Mario Sanoja Obediente.
«Nos referimos la papel del Estado nacional como práctica social de la resistencia antiimperialista, como órgano de poder completamente subordinado a los intereses colectivos de la sociedad».
En línea similar, el sociólogo y politólogo argentino, Atilio Boron, señala la necesidad de refundar el Estado para que pueda recaudar donde debe (entre los más ricos), gastar juiciosamente lo que recauda y asegurar un nivel elemental de administración racional de la vida social, lo que incluye por su puesto los servicios sanitarios y la salud pública.
Líderes responsables
3) Hace falta un liderazgo serio. El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió recientemente que la ausencia de liderazgo global y unidad para combatir el coronavirus es una amenaza más grande que la propia enfermedad.
Y no le falta razón. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, tardó más de 60 días para actuar, recomendó a la gente inyectarse legía para protegerse y además ordenó disminuir el número de pruebas para que no se registren más casos.
Los resultados en EE.UU. han sido espantosos. Hoy es el epicentro de la pandemia con más de 2 millones 400 mil casos y el país con más muertes (125.796).
Tampoco parece casual que en Brasil, el segundo epicentro de covid-19, su presidente haya calificado el virus como una gripesihna y haya ordenado que se dejaran de publicar las cifras, ante lo cual el Tribunal Supremo Federal debió ordenarle que volviera a suministrar la información de muertes y contagios.
La misma instancia ordenó a Bolsonaro usar la mascarilla en sus apariciones públicas. La conducta de Trump y Bolsonaro, su irresponsabilidad y torpeza, confirman indubitablemente que la era pospandemia demanda un liderazgo serio y responsable.
Fuentes bibliográficas consultadas:
BORON. Atilio (2008) Socialismo siglo XXI. ¿Hay vida después del neoliberalismo?. Monte Ávila. Caracas.
SANOJA. Mario (2012) Del capitalismo al socialismo del siglo XXI. BCV. Caracas.
WALLERSTEIN. Inmanuel (2007) La decadencia del imperio. Estados Unidos en un mundo caótico. Monte Ávila. Caracas.