Este martes en Colombia un joven fue asesinado de un disparo en la cara por parte de la policía. El suceso ha sido denunciado como otro exceso de la fuerza pública; ya que muchacho fue la víctima desafortunada de ese impulso natural de ver por la ventana lo que hacen los funcionarios en la calle.
Esto pasó en la ciudad de Cali y provocó la indignación automática de algunas personas; esas que como han hecho en las últimas semanas, protestaron el suceso en una de las estaciones de la policía.
El nombre de la víctima era Carlos Esteban Brown Mosquera. La madre indicó que su hijo recibió un disparo certero en la cara. Esto pasó mientras veía por la ventana de su casa el desarrollo de un operativo policial en el barrio Laureano Gómez.
El muchacho de 1.80 metros de altura tenía 20 años de edad; y según sus familiares tenía el sueño de llegar a ser futbolista, un oficio idolatrado en un país que venera este deporte.
Ante la noticia amarga para toda madre de tener que contar la muerte de un hijo, esta declaró a la prensa local que: “No quiero que el crimen quede impune y sigan matando jóvenes inocentes”.
Versión oficial
Mientras tanto la policía, que para estos días tiene la reputación bastante cuestionada; informó la muerte de Brown Mosquera como si se tratara de un evento colateral en el que no tiene nada que ver el cuerpo de seguridad.
El jefe de la policía en Cali habría dicho: “Se presentan disparos, y como consecuencia, una persona resulta lesionada, quien posteriormente fallece en centro hospitalario”.
El muchacho habría sido traslado al hospital local llamado “Carlos Holmes Trujillo”, el nombre del Ministro de la Defensa que para estos días ha estado en el ojo del huracán por su cuestionada responsabilidad política en los excesos cometidos por la policía durante la represión de 2019 y de este año.
Perdón sin efecto
Por razones de la violencia de los cuerpos de seguridad del estado, el Ministro de la Defensa fue interpelado por el Congreso; instancia ante la que tuvo que pedir perdón por las víctimas causadas por la policía, esa que inevitablemente, como dijera el máximo tribunal del país en un fallo, no puede restablecer el orden público sin lesionar los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Dramáticamente las víctimas de los excesos policiales en Colombia siguen sin comprobar que el perdón de un Ministros sirva para terminar con una recia costumbre de exceso policial que esta vez mató de un disparo en la cara a Brown Mosquera.