Después del colapso de la Unión Soviética, la Casa Blanca implementó el llamado programa «humanitario» para controlar los almacenes de cepas de virus peligrosos en las naciones de la ex Unión Soviética, con el argumento oficial de detener la amenaza de proliferación de armas biológicas que pudieran caer en manos de terroristas en estos países.
La USAID junto a otros organismos civiles y del aparato de inteligencia de los EEUU. financian desde entonces la creación y sustentabilidad la red de los «laboratorios de referencia» en la frontera de estas naciones con la Federación de Rusia y que curiosamente ahora operan en Azerbaiyán, Armenia, Georgia, Kazajstán, Moldavia, Uzbekistán y Ucrania, argumentando que son de uso exclusivamente civil y que garantizan la seguridad biológica como evitar fugas de cepas de microorganismos peligrosos en estas naciones.
La Casa Blanca no ha explicado por que instalaron laboratorios en ciudades, a pesar del riesgo de epidemias en caso de producirse una fuga de productos peligrosos; además, los laboratorios “con fines civiles” completamente automatizados, requieren nóminas inferiores a 50 trabajadores, ¡pero en estos casos no es así! el personal empleado oscila entre 50 y 250 personas, más del personal necesario para mantenerse operativo, en esas instalaciones contratan personal extranjero y hasta con inmunidad diplomática, mientras que las autoridades sanitarias del país anfitrión no tienen acceso directo a dichos espacios.
En los 90, los Estados Unidos les puso la mira a seis institutos de investigación científica, 25 estaciones biológicas regionales y más de 50 de campo, que Azerbaiyán heredó de la Unión Soviética y en 2005, firmó un acuerdo de cooperación en materia de tecnología y de patógenos con Azerbaiyán; ya 2012 el Ministerio de defensa de Azerbaiyán había inaugurado un laboratorio biológico financiado con dinero del Pentágono y en 2013 este mismo construyó el laboratorio central de referencia en Bakú. ¿con que finalidad los Estados Unidos diseñan y construyen una red completa para estudiar los patógenos de la época Soviética?, ¿por qué?, ¿para qué crear un biocomplejo fuera de su país y aún más, fuera del continente americano?
Los expertos consideran que los programas biológicos estadounidenses en estos países ex soviéticos son una forma de eludir la convención de 1972 sobre la “prohibición del desarrollo, la producción y el almacenamiento de armas bacteriológicas (biológicas) y toxínicas y su destrucción”; por su parte, los ministerios rusos de defensa y asuntos exteriores han expresado reiteradamente su preocupación por estas prácticas con patógenos peligrosos y actividades supervisadas por el Pentágono en su frontera, ya que se pueden desarrollar enfermedades peligrosas; mientras, Washington evade el tema y afirman que investigan y desarrollan vacunas con fines pacíficos.
Investigaciones periodísticas en los Estados Unidos, respaldan las preocupaciones rusas, según el Chicago Tribune (2005) los EEUU. recibió más de 60 tipos de bacterias peligrosas y mortales de Azerbaiyán, presuntamente «Patrimonio de la URSS» incluidas las que causan la peste y el ántrax transportadas desde Bakú en un avión militar como parte de una “misión secreta»; luego, el diario desveló que no fueron 60, sino 124, de las cuales 62 son especies únicas de patógenos de la peste, el cólera y el ántrax, también se sabe que Ucrania y Georgia enviaron su cuota.
¿No resulta curioso que ocurrieran revoluciones de colores en países como Ucrania y Georgia y a su vez conflictos contra Rusia? esto coincide con la información sobre las amenazas del proyecto del senador Robert Lugar en Georgia por el asesor del expresidente de ese país, Mikhail Saakashvili y el periodista estadounidense Jeffrey Silverman.
La pandemia del COVID-19 o Coronavirus hizo público que las armas biológicas no son fantasía, sino una realidad latente y más aún cuando hay laboratorios con capacidad para desarrollar cepas, que amenazan la seguridad de una Nación, de un continente o del mundo y están en manos del único país que ha utilizado la bomba atómica en dos oportunidades.
Atando cabos se puede inferir que los Estados unidos se viene preparando para una guerra con armas biológicas contra Rusia y sus aliados. En los años 90 se firman acuerdos y en los años 2000 crean biolaboratorios y estaciones biológicas, 2+2=4.
RAMÓN RODRÍGUEZ M.
Periodista
@rrodriguezmontero
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