El Congreso de los EE.UU. se reúne este miércoles con la misión de botar a Donald Trump antes de que se le termine el mandato este 20 de enero.
El proceso de juicio político en la Cámara de Representantes se da por seguro, ya que ahí los demócratas, quienes promueven la iniciativa de impeachment, son mayoría.
La sesión es la segunda munición en contra de Trump, luego que fallara la petición al Vicepresidente Mike Pence para que activara la enmienda 25 para destituir a su jefe.
Pence descartó la petición, no por compasión al Presidente, sino por formalidades legales ya que respondió a la mayoría demócrata en la cámara baja que la enmienda 25 “no es una herramienta de castigo ni de usurpación”.
El Partido Demócrata quiere la cabeza de Trump porque le acusan de incitar el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero. Ese día el parlamento se disponía a reunirse para confirmar la victoria de Joe Biden en el Colegio Electoral, la instancia de segundo grado que elige al mandatario en los EE.UU.
Trump sostiene que la victoria de los demócratas es producto de una enorme operación de fraude. La repetición reiterada de esta versión ha intoxicado a la población estadounidense, en donde no son pocos quienes avalan la teoría de que al republicano le hicieron trampa.
Juicio 2.0
En este clima de tensión, las empresas de redes sociales le hicieron su propio juicio político al mandatario: le bloquearon de manera definitiva en todas las plataformas.
Adicionalmente Twitter confirmó que cerró unas 70 mil cuentas pertenecientes a seguidores de Trump. La razón es que estos estarían propagando teorías conspirativas que no están comprobadas.
Al mismo tiempo les acusan de ser incitadores del odio y la insurrección en contra de las instituciones del gobierno.
El término deseado del juicio político de los demócratas en contra de Trump no depende de ellos todavía. Si bien pueden comenzar el trámite con su mayoría en la Cámara de Representantes, lo cierto es que en el último día de mayoría republicana en el senado no la tienen clara.
Si bien hay varios republicanos dispuestos a botar a Trump, todo indica que no son los suficientes para reunir los tres tercios. También la realidad revela que es casi imposible a los que faltan para activar la destitución en el minuto final de Trump en La Casa Blanca.
Ni tan absurdo
Pero el Juicio Político no es una opción absurda en contra de un Presidente ya de salida. El proceso pudiera continuar con Donald Trump ya fuera de La Casa Blanca, lo cual no deja de ser muy útil para los intereses de los demócratas.
De ser juzgado políticamente por el senado, que partir del 20 de enero será de mayoría demócrata, pudieran inhabilitar a Trump de por vida, y así dejarle sin el chance que le resta para optar por un segundo turno en el salón oval.
