Con un mensaje de bullying o simplemente, chalequeo, como se dice en Venezuela, la plataforma de mensajería instantánea Telegram se la aplicó a su rival de mercado, WhatsApp, luego de que miles de usuario de ésta última comenzaron a abandonar el servicio.
Y es que Whatsapp ahora compartirá datos con la firma propietaria Facebook. Este anuncio generó desconfianza en cuanto a las condiciones de seguridad y privacidad para el intercambio de datos, archivos y conversaciones en dicho sistema.
La compañía presentada en 2013 por sus creadores rusos, como Telegram, publicó un mensaje multimedia a manera de chiste. En él, asocia las condiciones de uso de Whatsapp con el meme que se viralizó recientemente; en el cual un grupo de hombres africanos bailan mientras cargan un ataúd.
Se espera que en las próximas semanas el planeta conozca qué consecuencias trajo este proceso para la plataforma de mensajería que, hace exactamente un año, ya había alcanzado los 2 mil millones de usuarios.
— Telegram Messenger (@telegram) January 10, 2021
¿A qué le temen los usuarios?
La oferta de servicio de Telegram incluye una captación menor de datos del usuario, lo que, aunado al anuncio reciente de WhatsApp, sobre el uso de información compartida con Facebook e Instagram, causó la inquietud de la comunidad de usuarias y usuarios.
A ese hecho se le atribuye que se mantenga el retiro de personas que anteriormente utilizaban la plataforma de comunicación con sede en California, Estados Unidos. Antes de generarse la migración masiva, ya era una muy buena oferta la mayor capacidad que tiene Telegram para el intercambio de fotografías, documentos y videos.
Según estudios recientes, desde que se conoció que Whatsapp aplicará las nuevas políticas, a comienzos del mes de enero, incluso las descargas de la aplicación se redijeron en 11%. Se espera que los nuevos términos y condiciones entren en vigencia a partir del próximo 8 de febrero.
En palabras simples, millones de usuarios temen por el uso que Facebook, la casa matriz, pueda a dar a datos personales como listas de contactos; números telefónicos personales, ubicación, conexiones frecuentes y el tiempo de las sesiones de chat o llamadas.
Sin embargo, algunos analistas consideran que esta “crisis” también representa una oportunidad. Cada vez más personas razonen y aprendan acerca de la magnitud de la «Big data» que estas plataformas o redes sociales recopilan; así como el uso al cual la destinan. Por ejemplo, en el manejo de gustos, opiniones y preferencias de las masas.