En términos del Decreto de Obama contra Venezuela, sus consideraciones muy buen pudieran ser aplicadas a Brasil porque les quedan bastante justas con lo que le está pasando con la pandemia: el gigante sudamericano es actualmente una amenaza inusual y extraordinaria para la región, y sin exagerar, para el mundo.
Su mapa habitualmente pintado de verde en los dibujos del mundo, ha adquirido otro alarmante color en las representaciones de emergencia de organizaciones científicas y sociales que le llevan el pulso al sistema sanitario del país.
La organización Fio Cruz de Brasil revela que “25 de 27 unidades federativas del país registran ocupación hospitalaria superior al 80%”. Mientras tanto 15 entidades de las 27 tienen una ocupación mayor al 90%.
– 25 de las 27 unidades federativas registran ocupación hospitalaria superior a 80%;
– 15 de ellas con ocupación superior a 90%;Para la @fiocruz, Brasil vive su "mayor colapso sanitario y hospitalario de la historia". https://t.co/q2vP8lkp2q pic.twitter.com/MnJuhg2KPg
— André Vieira (@AndreteleSUR) March 17, 2021
Es decir, Brasil cada vez más tiene menos espacio en los hospitales para atender la cantidad de contagios diarios que se confirman, y que en cada jornada va escalando a cifras de récord.
¿Destituir a Bolsonaro?
Otro tope alarmante es la nueva estadística de fallecidos en el último día. Según los organismos oficiales fueron 2.842 personas, un drama humano que muchos creen pudiera empezar a tener un remedio político: la destitución del presidente Bolsonaro.
El teólogo Leonardo Boff cree que la desatención del gobierno a la pandemia es un crimen deliberado en contra de los brasileños, una literal operación de genocidio que las autoridades judiciales deben detener.
@STF_oficial É intolerável aceitar que 2.842 vidas sejam ceifadas num único dia.O STF,um dos poderes supremos da República,deveria afastar o presidente para não ser cúmplice do genocídio e convocar imediatamente a formação de um governo de salvação nacional.É um imperativo ético.
— Leonardo Boff (@LeonardoBoff) March 16, 2021
Es intolerable aceptar que se cobran 2.842 vidas en un solo día. La Corte Suprema, uno de los poderes supremos de la República, debe destituir al presidente para no ser cómplice del genocidio y llamar de inmediato a la formación de una autoridad nacional. gobierno de salvación Es un imperativo ético. Dice en el trino.
En un mensaje de twitter, Boff insta a la Suprema Corte Federal a tomar una decisión, que en vez de agravar la crisis sanitaria, pudiera servir para empezar a resolverla: destituir a Bolsonaro y conformar un gobierno de salvación nacional, un nombre bastante pertinente para una ocasión tan decisiva para el país.
Rechazo al presidente
André Viera, corresponsal de Telesur en Brasil destaca en su cuenta de twitter, que el rechazo a la gestión de Bolsonaro es de un 54%. El número sería el resultado de la encuestadora Datafolha, y el indicador de que el presidente es todavía un tipo con suerte; porque ante el cuadro de la crisis en su país, es para que estuviera peor considerado por la gente.
?54% de rechazo l Más de la mitad de la población brasileña rechaza la actuación de Jair Bolsonaro durante la pandemia, según Datafolha. Récord de rechazo para Bolsonaro. Más temprano el gobierno registró que casi 3 mil muertes por Covid-19 en #Brasil durante 24 horas. pic.twitter.com/1i7VC0E7qZ
— André Vieira (@AndreteleSUR) March 17, 2021
La determinación de Bolsonaro por seguir resistiendo la gravedad de la pandemia es un peligroso ensayo político que le está costando la salud de la gente, y está convirtiendo a Brasil en un peligro viral para América Latina.
Venezuela advirtió de esta situación a los organismos internacionales y les solicitó sus oficios para poder incidir en Brasil; porque además de la salud de los brasileños, está en juego la vida de los ciudadanos de los demás países.
Actuar a tiempo
Si las autoridades de Brasil no actúan, el país se convertiría en un enorme cementerio y en una fábrica de mutaciones de covid-19.
La variante brasileña P.1 hallada en Manaos es según los científicos, una cepa más contagiosa y probablemente más mortal. Esta ya tendría una propagación general en ese país y habría llegado incluso a naciones de Europa.
Pero mientras los organismos multilaterales demoran en actuar, los intereses geopolíticos de los EE.UU. se mueven como “peso pluma”. Washington reveló recientemente que maniobró conscientemente para que Brasil no comprara la vacuna Sputnik V para proteger a su población del virus.
El argumento estadounidense era más una razón política y subjetiva que una medida de cuidado científico: evitando que compraran la vacuna rusa salvan supuestamente a la región de la “maligna influencia” de Rusia.
Para EE.UU. vale poco si la Sputnik V es buena contra la pandemia ya que ésta con su prestigio “socava su seguridad”, revelando que le interesa muy poco si son muchos los que mueren en su juego de por mantener su influencia en la región.