A Jair Bolsonaro, presidente del Brasil, el segundo país del mundo por fallecidos a causa de covid-19, el proceso de inmunización de la población contra el virus parece no preocuparle demasiado.
Las autoridades sanitarias de Brasil confirman 17.246 nuevos casos de contagio y otras 307 muertes a causa del coronavirus durante el pasado sábado. En ese contexto, el mandatario decidió tomarse con calma la puesta en marcha de la vacunación, que asegura no le inspira ninguna confianza.
Y mientras los gobiernos de todo el mundo se apresuran para empezar a inmunizar a su población, Bolsonaro dice no fiarse de la seguridad de las vacunas existentes; ya que asegura que todas ellas incluyen «una cláusula que dice que ellos no se responsabilizan de cualquier efecto colateral«.
«Es la razón, lo razonable, la responsabilidad con el pueblo. No se puede aplicar cualquier cosa en la gente«, aseveró este sábado el mandatario durante un paseo por las calles de Brasilia y reuniones con simpatizantes.
Ante las preguntas sobre si se siente presionado por el hecho de que otros países ya hayan puesto en marcha sus programas de inmunización, el jefe de Estado no se mordió la lengua y dijo: «Nadie me presiona para nada, me importa un carajo».
Brasil sumergida en la pandemia
Bolsonaro, que superó el covid-19 y es uno de los escépticos más prominentes de la pandemia, ha sido ampliamente criticado por su manejo de la crisis sanitaria y ahora se encuentra de nuevo bajo presión por su lentitud en el lanzamiento del programa de inoculación.
Según los últimos datos del Ministerio brasileño de Salud, a día de hoy el país más grande de América Latina contabiliza un total de 190.795 casos letales; siendo la segunda nación del mundo por número de fallecidos después de Estados Unidos. Brasil también registra el tercer número más alto de infecciones, con más de 7,4 millones de casos confirmados desde el inicio de la pandemia.