La ex alta comisionada de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, inició una nueva arremetida contra Venezuela junto a otras 64 autoridades latinoamericanas, quienes firmaron una declaración conjunta para exigir a la comunidad regional acciones contra el país.
Bachelet y los demás representantes de la región en una declaración injerencista condenaron la decisión del Gobierno nacional de suspender las actividades de la Oficina Técnica de Asesoría del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos del país.
En el documento conjunto de la Mesa de Reflexión Latinoamericana, pidieron a los Gobiernos, las fuerzas políticas y la comunidad regional “redoblar esfuerzos para evitar la consolidación de lo que para ellos llaman una “tendencia dictatorial” en Venezuela.
Entre los firmantes de la están políticos, diplomáticos, académicos e investigadores de distintos países latinoamericanos. Como son el expresidente de Bolivia, Eduardo Rodríguez,y los exministros de Relaciones Exteriores Rafael Bielsa (Argentina).
Además, de Jorge Castañeda (México), Gustavo Fernández (Bolivia) y Mariano Fernández (Chile), entre otros.
“Los recientes anuncios del Gobierno de Venezuela van en sentido contrario y esto reclama los mayores esfuerzos de los Gobiernos, de las fuerzas política y la comunidad regional para lograr que esa tendencia dictatorial y antihistórica no se consolide”, citó el texto.
Asimismo, aseveraron que la tendencia asumida por el Gobierno venezolano contra opositores y críticos anticipa un nulo reconocimiento a los resultados de las próximas elecciones presidenciales.
A juicio de los representantes latinoamericanos, el Gobierno de Venezuela “ha quebrantado los compromisos acordados en Barbados”.
La Mesa de Reflexión Latinoamericana también alertó carencias en alimentación y la migración venezolana, factores que se han generado como consecuencia de las sanciones impuestas contra Venezuela,
Incluso, recientemente una oficina de la ONU reconoció que el impacto de las sanciones ha impedido que el Gobierno nacional pueda implementar programas sociales en el país.
Esta declaración de Michell Bachelet junto con otros representantes regionales es una muestra de una nueva agresión contra la política de Venezuela, que desde las últimas semanas se ha ido incrementando. Esto no resulta sorpresivo, dado que se aproxima un evento electoral.