Rasgos de violencia y ensañamiento han revelado nuevos detalles sobre la muerte del presidente de Haití, Jovenel Moïse, evidenciados en la autopsia que se le realizó al mandatario.
El diario de Haití Le Nouvelliste tuvo acceso a las fotos del cadáver y a las radiografías de la autopsia que se le realizó al presidente, tras ser asesinado el pasado 7 de julio en su residencia.
“El cadáver fue transportado a un centro para un escáner. Aquí es donde se tomaron las fotos”, puntualizó el medio, luego que se dijera que la funeraria fue la responsable de la filtración de las fotos.
Según el informe forense elaborado por el juez de paz de Pétion-Ville, Carl Henry, al cuerpo del presidente le arrancaron el ojo izquierdo; y presentaba varios agujeros en la caja torácica y en el bajo vientre.
Recordemos que a días de su muerte, las autoridades detallaron que el cuerpo presentaba 12 heridas de balas.
“En las imágenes, vemos varios proyectiles inmovilizados a nivel de la caja torácica, la parte inferior del abdomen del jefe de estado cuyo fémur izquierdo estaba fracturado”, citó el medio.
Las radiografías mostraron que el fémur estaba fracturado y el cráneo tenía una fractura entre el hueso frontal y el parietal; como si lo hubiesen golpeado cuando ya estaba tumbado de espalda.
A una semana de la muerte del mandatario haitiano no hay detalles oficiales de la autopsia; aunque el ministro encargado de Asuntos Electorales, Mathias Pierre, aseguró que ya estaba “hecha y completada”.
¿Qué se sabe sobre el asesinato de Jovenel Moïse?
Hasta los momentos, la policía ha detenido a 21 de los presuntos 26 responsables del magnicidio de Jovenel Moïse.
De los detenidos, 19 son colombianos y 2 estadounidenses de origen haitiano. Uno de los detenidos es un médico llamado Christian Emmanuel Sanon, quien es el presunto autor intelectual del asesinato.
Por los momentos se espera que comparezcan ante las autoridades, el jefe de Seguridad del presidente, Dimitri Hérard; para que explique sus constantes viajes a Ecuador con escala en Bogotá, antes de perpetrarse el magnicidio.
En el magnicidio están presuntamente implicados exmilitares colombianos, contratados por una empresa radicada en Estados Unidos; a cargo de un empresario amigo de dirigentes la oposición venezolana, Tony Intriago.
