La comunidad internacional ha expresado su enérgica condena por ataque israelí a diplomáticos en Yenín, Cisjordania. Soldados israelíes abrieron fuego contra una delegación que incluía a representantes de cerca de 30 países. Este ataque ha provocado una ola de indignación y exigencias de explicaciones.
España, a través de su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, convocó al encargado de negocios israelí en Madrid, Dan Poraz. Albares exigió «claridad y responsabilidades» por los «intolerables disparos», y el gobierno español condenó firmemente la acción, instando a Israel a respetar el derecho internacional y la protección de diplomáticos. Italia, Francia, Portugal y Países Bajos también han convocado a los embajadores israelíes o a sus propios representantes para pedir explicaciones.
Reacciones y Exigencias Internacionales
La Unión Europea, por medio de Kaja Kallas, su alta representante para Asuntos Exteriores, exigió una investigación y que los responsables rindan cuentas. México también solicitó explicaciones a la Embajada de Israel por el ataque a su embajador en Palestina, señalando una violación del Artículo 29 de la Convención de Viena sobre la inviolabilidad diplomática.
El Ministerio palestino afirmó que los disparos buscaban «intimidar» a los diplomáticos, compartiendo imágenes del incidente. Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el ataque de «inaceptable», subrayando que la seguridad de los diplomáticos debe garantizarse siempre.
Venezuela se sumó a la condena con firmeza. «Condenamos con absoluta firmeza el ataque israelí contra la delegación diplomática árabe-europea en Yenín. Disparar contra embajadores y cónsules confirma que Israel no respeta ninguna norma del derecho internacional», afirmó el gobierno venezolano, calificando el hecho de «barbarie» y «genocidio» dirigido por el «criminal de guerra Netanyahu». La declaración también criticó el «silencio cómplice de algunos gobiernos».
Este incidente ha escalado las tensiones diplomáticas y ha provocado un clamor global por una investigación transparente y el cumplimiento del derecho internacional.
