Arturo Murillo, quien fuera el Ministro de Gobierno de la dictadura de Jeanine Áñez, huyó del país el 9 de noviembre y se encuentra en Panamá.
El agente de la represión y persecución durante el gobierno de facto habría salido del país al día siguiente que asumiera Luis Arce el gobierno.
De acuerdo a los detalles dados por los medios de prensa internacional, Murillo voló en un avión de la Fuerza Aérea hasta la localidad de Puerto Suárez; y desde ahí cruzó por carretera hasta Brasil.
Con esta fuga, Murillo habría evadido el proceso judicial que se le sigue en Bolivia por violación a los derechos humanos; y por ser responsable de las masacres en Sacaba y Senkata.
Adicionalmente desde el gobierno de facto institucionalizó la “cacería” de los dirigentes del MAS; y planteó sin desparpajo que durante los bloqueos de vías semanas antes de las elección “lo políticamente correcto era meter bala” a las protestas.
También se fugó el Ministro de Defensa
Pero el prepotente y soberbio Arturo Murillo no fue el único que huyó del país; pues también lo hizo con él quien fuera el Ministro de Defensa de la dictadura de Áñez.
Se trata de Fernando López, quien en un acto de homenaje a los asesinos del comandante revolucionario Ernesto “Che” Guevara amenazó a quienes supuestamente vinieran a “subvertir” el país con que “cualquiera fuera su nacionalidad, cubanos, venezolanos, argentinos, o lo que fueran, van a encontrar la muerte en nuestro territorio”.
En el caso de Fernando López trascendió que se quedó en Brasil, país que reconoció y apoyó a la dictadura boliviana inmediatamente que se instaló en el poder.
Ambos funcionarios fueron la expresión más visible de la vocación represiva del régimen de facto, y los instrumentadores de la agenda violenta de la derecha boliviana en su afán de liquidar al proyecto progresista de Evo Morales, su partido y hasta los emblemas culturales que reivindicó el proceso histórico de los últimos 14 años.