La represión policial en Colombia sumó un nuevo nombre a la lista de víctimas: Alison Salazar. Lo más dramático es que no la mataron, pero sí la atormentaron de tal forma que contribuyeron a que se suicidara.
La joven tenía 17 años y fue arrestada por la policía de Popayán mientras grababa las operaciones de la policía en contra de las protestas. Ella no participaba en las manifestaciones, pero simpatizaba con la causa.
El proceso de detención quedó registrado en video. Un observador de los DD.HH. grabó el arresto violento a la que fue sometida Alison. 4 policías la llevaron tomada de las piernas y brazo en una maniobra en la que gritó varias veces que le estaban bajando los pantalones.
Los oficiales le llevaron a la fuerza hasta una delegación en donde permaneció detenida y en donde continuaron los abusos. La presunta operación de violencia sexual se habría detenido una vez que averiguando su identidad se dieron cuenta que era la hija de otro policía.
En los medios circula el presunto estado de Facebook que escribió luego del episodio. En este describe que le bajaron los pantalones y que le “manosearon hasta el alma”.
También destaca en el texto que no participaba en las protestas y que cuando la policía se echó sobre ella, no corrió “porque era peor”. Añadió en su testimonio del arresto que “solo porque estaba grabando me cogieron”.
Alison se habría suicidado luego en su residencia en la mañana de este viernes.
Por su caso, ya varios dirigentes políticos y la opinión pública exige justicia y la moderación de la policía. Excandidato presidencial Gustavo Petro aclamó desde su twitter a la Fiscalía para que proceda a la detención inmediata de los oficiales implicados en el caso de Alison.