El mandatario argentino, Alberto Fernández se refirió a la situación política de Venezuela y dijo estar de acuerdo con “una salida democrática”; aunque no especificó detalles acerca de esas consideraciones.
Según reportes emanados de la Casa Rosada y difundidos por medios internacionales, Fernández tocó temas relacionados con la nación suramericana en una conversación con el presidente francés, Emmanuel Macrón.
En ese sentido, se conoció que en una videoconferencia los gobernantes coincidieron en su posición en torno a la situación venezolana; pero sostuvieron la decisión de que esa “salida” se produzca sin injerencia externa.
Cabe recordar que el gobierno del presidente Nicolás Maduro ratifica constantemente el carácter constitucional de las elecciones convocadas por el Poder Electoral para escoger a los nuevos integrantes del Parlamento, el próximo 6 de diciembre.
En ese sentido, Venezuela ha rechazado en distintos momentos, opiniones asociadas a expresiones como “salida democrática”; dado que la naturaleza legítima y legal del proceso venezolano está contenida en la Carta Magna.
Los comentarios del presidente argentino no han generado hasta el momento reacciones o respuestas por parte del gobierno bolivariano.
¿Ambigüedad o diplomacia?
A comienzos de octubre la representación de Argentina en Naciones Unidas votó en contra del gobierno venezolano; en un debate sobre presunta violación de derechos humanos.
El hecho generó tensiones entre integrantes del kirchnerismo y fue considerada por analistas como “un giro” en la política exterior del gobierno argentino.
Sin embargo, en la conversación que sostuvo Alberto Fernández con Macrón, por aproximadamente 1 hora, el mandatario latinoamericano “le pidió a su par francés que Europa se involucre más en el rechazo al bloqueo económico con el que EE.UU. intenta presionar a Caracas”, reseña la Casa Rosada.
Estos episodios mantienen abierto el debate en distintas esferas, en torno a la posición real de Alberto Fernández con respecto a Venezuela. El actual mandatario llegó al poder con el apoyo de Cristina Fernández de Kirchner, quien mantuvo estrechas relaciones de amistad y afinidad política con el proyecto impulsado por Hugo Chávez y que dirige el presidente Nicolás Maduro.