Si algo ha caracterizado el panorama político en Venezuela, posterior a la llegada de la Revolución Bolivariana; es el impacto que tienen las decisiones políticas del país en el ámbito internacional.
Esto responde a la importancia geopolítica de Venezuela en el mundo a partir de su posición geográfica y los recursos energéticos con los que cuenta.
Aunado a esto, los principios del proyecto político que impulsó Hugo Chávez y que están plasmados en la Constitución Nacional y el Plan de la Patria, el cual plantea, entre otras cosas, la necesidad de contribuir en la construcción de un mundo multipolar.
La Revolución Bolivariana abrió las puertas de América Latina a una nueva realidad, con el impulso de proyectos alternativos que lograran establecer en la región un polo de poder frente a las potencias extranjeras y el unilateralismo que ubicó a la región como patio trasero de EE.UU.
Venezuela desde entonces ha subvertido un orden desigual que se había planteado infinito. Venezuela para el poder mundial, es subversiva.
Previo a cada proceso electoral, un panorama internacional entonces, afila sus armas contra la Nación, en este caso, las elecciones parlamentarias se presentan nuevamente como otro capítulo de esta guerra sin tregua.
Es así como los acontecimientos están a la orden del día en un escenario de cambio constante. Las elecciones presidenciales en EE.UU. resuenan como una amenaza usual y ordinaria a la paz de Venezuela.
El tablero internacional continúa en movimiento. Sumado al informe maquillado que presentó la Organización de Naciones Unidas en base a una “misión independiente” que ni siquiera realizó una visita al país; se suman otros elementos importantes y pertinentes para el análisis.
Las fichas de la jugada: ONU, Unión Europea y bloqueo internacional
El primero de ellos tiene que ver con el papel que está jugando la Unión Europea (UE). Esta instancia “solicita” a Venezuela mover la fecha electoral que está planteada en la Constitución Nacional.
En este contexto, Capriles Radonsky plantea que no participará sin la observación de la UE, manifestando que la pandemia es motivo para cambiar la fecha.
Por su parte, Elliott Abrams manifiesta que EE.UU. exige que, más allá de mover el calendario electoral, se garanticen la instauración de un llamado “gobierno de emergencia”, lo cual por supuesto significa la salida del poder del presidente Nicolás Maduro.
El escenario de la gasolina recrudece como consecuencia de la acción del gobierno de EE.UU. para continuar generando malestar interno a través de la incautación de tanqueros que trasladan gasolina a Venezuela.
Asimismo, Mike Pompeo realizó una gira por los países que cuentan con frontera junto a Venezuela, tomando como tema central de la gira la situación interna del país con la finalidad de “fortalecer la seguridad regional” con la excusa de la lucha contra el narcotráfico.
En medio de este escenario internacional…
¿Cómo está el panorama interno?
El tablero nacional también se mueve rápidamente, sobre todo en las últimas semanas.
La intención de acentuar un conflicto interno es clara, y está orientada a deslegitimar la realización de elecciones para el mes de diciembre como estrategia.
Por otra parte, el liderazgo de oposición se encuentra debilitado y va dividido e incapaz de generar optimismo en sus propios seguidores; a su vez que los candidatos y candidatas de la Revolución se encuentran con mayor cohesión interna y afinando la organización para las elecciones.
¿Tiene repercusión para el país la elección de la Asamblea Nacional?
Según reciente estudio de Hinterlaces, el 76% de la población considera que el papel de la Asamblea Nacional es de importancia para solventar los problemas.
En dicho estudio, se consultó la opinión de venezolanos y venezolanas respecto al papel de la Asamblea Nacional en el contexto político, económico y social de la nación.
Al respecto el 76% de la población venezolana considera que es “Muy Importante” (43%) e “Importante” (33%), la labor que puede cumplir la Asamblea Nacional.
Un 94% de quienes se consideran chavistas, 68% de quienes se definen como “ni-ni” y 59% de opositores califican como “Muy Importante” e “Importante” el rol de la próxima AN.
Un 92% de quienes afirman que “Definitivamente van a votar”, sostienen que será “Muy Importante” e “Importante” la labor del parlamento.
Para este estudio se entrevistaron 1200 personas de sexo femenino y masculino, mayores de 18 años, 15% pertenecientes a los estratos A, B y C y 85% D y E.
La democracia participativa y protagónica abrió los cauces en Venezuela para solventar conflictos a través de la vía electoral.
Sin distinciones de la inclinación política, la mayoría de venezolanos y venezolanas prefieren optar por el camino de la paz y de la democracia, a pesar de tantos detractores que en el mundo y con operadores políticos internos quieren llenar de violencia al país; movidos por la sed de recursos energéticos que permita al imperialismo sobrevivir en medio de la vorágine del capital.