Sobre petro, Sucre y rol de China en tiempos de crisis sistémica mundial, a propósito de la reciente cumbre de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP), debatió la periodista de Red Radio Venezuela Osly Hernández con Luis Enrique Gavazut, investigador independiente en ciencias sociales, profesor y estudioso de temas económicos, en una amena entrevista transmitida a través de un Instagram Live.
Alba-TCP, Sucre y petro
Para Gavazut la cumbre del Alba-TCP, desarrollada mediante videoconferencia este miércoles 10 de junio, también sobre economía pospandemia, fue «interesante», considerando que se trata de un «bloque vanguardia en las transformaciones e integración latinoamericanas, bajo el enfoque de la diplomacia bolivariana, que es la diplomacia de los pueblos». Valoró como más interesante aún fue el reto que lanzó el presidente venezolano Nicolás Maduro, al plantear retomar la iniciativa del Sucre como moneda de intercambio regional y hacer del petro venezolano la moneda de respaldo o soporte. «Esto permitirá posicionar el petro como activo valioso en el mundo de los criptoactivos».
«Eso le daría importante usabilidad al petro a escala regional», sumado a la movilidad y usabilidad que ya le está imprimiendo en la economía interna el hecho de que se pueda pagar la gasolina con petros en las estaciones de servicios del país, en esta nueva etapa de regularización de la venta del combustible que inició el pasado primero de junio.
El planteamiento es que la compensación no se haga en dólares sino que se haga en petros, que los países acepten este criptoactivo venezolano como parte de la cesta de monedas internacionales. Esos países a su vez podrían comprar a Venezuela cosas con petro o mantenerlo como reserva de valor internacional, explicó.
«El mismo reconocimiento del valor le va a conferir esa capitalización de mercado que tanto necesita el criptoactivo para poder cuajar definitivamente. Ojalá los otros países lo acepten, si no se seguirá impulsando poco a poco desde la economía interna con miras al comercio exterior».
No obstante, dijo Gavazut, hay que tomar en consideración, desde el punto de vista estrictamente económico, que «en estos mecanismos siempre habrá más ventajas para aquellos países que exporten más; porque los beneficios provienen de la balanza comercial con relación a los otros miembros y, como es sabido, Venezuela ha visto afectadas sus exportaciones, incluso las de petróleo y derivados que eran el único rubro de exportación rentable». De modo, que en esta coyuntura, en el caso venezolano, «el papel del intercambio soportado en el Sucre disminuye muchísimo», aunque a la vez hallaría ventajas si el petro se convirtiera en moneda de respaldo.
En un escenario de bloqueo comercial, financiero y económico como el que sufre Venezuela, con paralización del «transporte naviero de todos los insumos que necesitamos en el país, hace que acuerdos de este tipo sean fundamentales para obtener las importaciones que necesitamos para nuestra vida cotidiana. El petro tiene valor pero aún no financiero que permita soportar, sin embargo si es reconocido por los demás países y empiezan a usarlo, empieza a adquirir valor de uso tangible y concreto».
También aprovechó para decir que «es cierto que el Alba es el único bloque de integración regional económica que va directamente a atender a los pacientes de covid-19 y a aplicar las pruebas de descarte, porque los modelos de integración en bloques de uniones aduaneras, básicamente se enfocan en objetivos económicos, comerciales y mercantiles y descuidan ese universo social que es esencia de la vida y las relaciones humanas».
Venezuela: anarquización monetaria
Gavazut explicó que Venezuela en este momento sufre un proceso más que de dolarización (para que exista dolarización deben haberse cumplido ciertos aspectos técnicos y mercantiles formales) hay «una anarquización monetaria, porque circulan al mismo tiempo diferentes tipos de moneda sin regulación alguna».
Agrega el profesor que eso ha sido así porque se ha dado una merma en la generación de divisas. Antes, producto de la enorme oferta petrolera los privados ni grandes ni pequeños ni medianos se han orientado a las exportaciones nuestro merado cambiario se quedó con una oferta de divisas nula o muy escasa y el empresariado privado, aun habiendo recibido divisas muy baratas para producir en casa, no ha cumplido su rol y ha expatriado los capitales millonarios que ha logrado abonar con esas divisas baratas que le ha procurado el Estado.
Los empresarios en vez de generar productos para exportaciones que permitieran el ingreso de divisas, lo que hicieron fue sacar de Venezuela el dinero que producían y depositarlo afuera. «Es un fenómeno estructural que se ha dado históricamente», que se debe «a la falta de nacionalismo, de apostar y arriesgar por tu país».
Argumentó que asciende a 170 mil millones de dólares el dinero depositado en el extranjero en cuentas bancarias de venezolanos, solo en activos líquidos o dinero a la vista, pero si se suman los activos totales, la cifra ronda los 400 mil millones de dólares en total; es decir, si se incluyen propiedades, empresas, bonos, etc.
Controles e intervención del Estado
Consultado sobre el rol del Estado, el investigador Luis Gavazut, valoró que con la pandemia mundial de covid-19, queda demostrado que la intervención del Estado se requiere «con mayor fuerza para proteger a los pueblos» y garantizar servicios fundamentales con robustez.
En el caso venezolano el Estado interviene como actor directo que mantiene a raya la inflación, es una economía muy concentrada con índices de oligopolización y monopolización muy altos.
Respecto a las características de la situación que atraviesa Venezuela en un mundo en crisis multifactorial, Gavazut dijo que «el mundo está convulsionado y eso es excelente situación, porque sino viene la presión de vapor que te saque de tu zona de confort histórica, de tu resignación, y te haga moverte e innovar, ninguna familia o economía sale de abajo. No hay economía en el mundo que llegue al nivel de prosperidad económica que tiene China sin antes haber pasado por un proceso de muchos sufrimiento o sacrificio. No hay ninguna economía con ese nivel de prosperidad en cuya historia no haya muchas muertes, que suelen ser excluidos socialmente del proceso de acumulación de capital».
Y consideró que Washington «ha sido muy torpe porque nos ha empujado al brazos de su enemigo geoestratégico: china, Rusia, medio Oriente, países conjuntados en la OCS , equivalente a la OTAN en el bloque atlántico».
«Toda crisis entraña oportunidades y es una oportunidad de oro para que nos sacuda esos complejos de dependencia y podamos insertarnos en los bloques atlántico y euroasiático», más aun para Venezuela que ha sido víctima de una «desconexión forzosa».
¿China o Estados Unidos?
A la pregunta de si es igual relacionarse con Estados Unidos o con China, Gavazut dijo que no, pues «la hegemonía estadounidense se basa en el Consenso de Washington que impone a socios periféricos gobiernos, modelos de sociedad y políticos; en tanto que la forma de relacionamiento con la periferia que aplica un país como China se basa en el Consenso de Beijing, que considera que cada quien es responsable de sus propias acciones; entonces no se meten en lo que hagas, pero sí con mirada clara en los objetivos estratégicos».
Una alianza Alba-China, planteada por el Presidente venezolano la víspera, es también interesante porque «sería la primera vez que un bloque de países de occidente pasaría a la esfera asiática. Es factible porque empiezas de pequeño y luego vas al objetivo más ambicioso», una alianza de la Celac con el gigante asiático, por ejemplo.
Estamos en el «inicio de una transición de hegemonía atlántica a la hegemonía asiática, en el término estrictamente técnico, porque la hegemonía de China es una forma muy distinta de ejercicio de hegemonía».
La periodista Osly comentó optimista que «pasaremos por un proceso de dador de materia prima y esperamos que nuestra inteligencia nos permita ascender en otra fórmula en la que la producción, la tecnología y la innovación serán importantes». Gavazut mostró acuerdo con ese planteo y agregó que «los países periféricos necesitan autoestima y confianza, porque no terminamos de creernos que podemos hacer grandes cosas y obtener grandes logros».
«El sector natural que hay que desarrollar es el primario, sobre todo el agrícola. El mundo necesita comida, después de esta crisis más todavía. Podemos fundamentar una industria exportadora rentable alternativa que nos genere divisas», sumó el interlocutor de este IG Live.
Osly cerró el espacio diciendo que los temas abordados en esta nueva edición de su programa de entrevistas «son interesantes y es necesario seguir desarrollándolos. Esperamos que a través de esta iniciativa de los IG Live podamos seguir abonando en este sentido» e invitó a «ser responsables directos de la economía y no vender la fuerza de trabajo a otros sueños e intereses».