Gustavo Alfredo Cisneros Rendiles nació el 1 de junio de 1945 en Caracas, Venezuela, hijo de los cubanos Diego Jesús Cisneros Bermúdez y Albertina Rendiles Martínez, quienes migraron a Venezuela en la década de 1920. Su esposa, Patricia Phelps de Cisneros, es parte de una de las familias más poderosas y adineradas de Caracas. Se autodenomina «empresario e inversionista», pues el también presidente de la Junta Directiva del Organización Diego Cisneros (ODC), aglutina a un conjunto de empresas, consorcios y compañías donde la familia tiene acciones, bien sean dueños mayoritarios o financistas.
El padre comienza el imperio Cisneros
El padre de Gustavo Cisneros obtuvo la franquicia de la distribución de Pepsi-Cola en Venezuela y entró en competencia con la Coca-Cola y otras empresas, también fue uno de los primeros en conformar una línea de transporte urbano en Caracas. Negoció con cuanto gobernante pasó por Miraflores y financió infinidad de campañas e inversiones.
Competencia desleal
En la llamada “batalla de las botellas”, Diego Cisneros dio órdenes de destruir, a como diera lugar, las botellas vacías de sus competidores. Bandas mercenarias se dedicaron a recoger las cajas de botellas vacías de la Coca-Cola y de otras gaseosas en las bodegas o mediante el asalto a camiones de reparto.
Los adecos de Cisneros y Venevisión
Tras la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, quebraron algunas empresas importantes que no resistieron el cambio político, entre ellas Televisa, hoy Venevisión. Ya para entonces, Diego Cisneros había formalizado su alianza política con Rómulo Betancourt y los altos dirigentes del partido político Acción Democrática.
La Organización Diego Cisneros: la “lavadora” de CAP
En 1980, comenzó el ensamblaje a profundidad entre la «Organización Diego Cisneros» y la torrentera de recursos financieros provenientes del mundo político, especialmente de la fortuna que logró amasar Carlos Andrés Pérez en el ejercicio de la Presidencia de la República mediante toda clase de delitos, manipulaciones y aberraciones. La «ODC» pasó a ser la más amplia y poderosa organización que cumplía la misión de ocultar y administrar la riqueza de Carlos Andrés Pérez.
La Organización Diego Cisneros: la “lavadora” de un presidente dominicano
Gustavo Cisneros también «ayudó» a Hipólito Mejía, presidente de la República Dominicana, y a su corte de succionadores del fisco dominicano, a ocultar y administrar el dinero mal habido en el abuso del poder. El oficio de testaferro de capitales y fortunas, provenientes de los desaguaderos del tesoro público, de las comisiones por contratos, de los negociados del endeudamiento externo, del manejo de las partidas secretas, nunca había tenido tan hábil, inteligente, versátil y exitoso exponente.
Rockefeller estafa con Cisneros
La Compañía Anónima Distribuidora de Alimentos (CADA) había sido establecida en Venezuela por Nelson Rockefeller, el gran capitalista norteamericano dueño de bancos y empresas petroleras, mediante un acuerdo con Rómulo Betancourt durante su primer gobierno (1945-48). Posteriormente, la entonces Asociación Latinoamericana de Comercio (ALAC) decidió que las empresas extranjeras, como era la IBEC de Nelson Rockefeller, propietaria de CADA, estaba obligada vender un 80% de sus acciones a inversionistas locales. Rockefeller no quería desprenderse de CADA por sus excelentes beneficios y necesitaba un testaferro que le permitiera aparentar cumplir las disposiciones de la ALAC y, al mismo tiempo, retener a CADA bajo su control.
Tinoco encuentra una solución
Pedro R. Tinoco, abogado asesor de corporaciones y bancos norteamericanos, incluyendo el Chase Manhatan Bank, en ese tiempo propiedad de la familia Rockefeller, propuso a Gustavo Cisneros como socio de Nelson Rockefeller a los efectos de las decisiones de la ALAC. Gustavo Cisneros «aportó» 20 millones de dólares (USA) y la administración de CADA quedó en las manos de la «Organización Diego Cisneros».
Olavarría sobre Cisneros: “codicioso, simpático y meloso”
En 1984, Jorge Olavarría, en su revista Resumen (1-7-84, No. 555), escribiría que nadie mejor, como la «Organización Cisneros», representaba el paralelismo entre la Cuba corrupta de Prío Socarrás de los años cuarenta y la Venezuela corrupta de Carlos Andrés Pérez;
«Su codicia los hace simpáticos y melosos con quienes quieren conquistar. No hay Ministro del Interior que se haya resistido al encanto de «Gustavito». Pocos han rechazado una invitación a «La Romana», la posesión dominicana adonde llevan a los amigos «a descansar». Tienen a su servicio a plumarios y payasos, sabios y tontos, que los aconsejan cómo encontrar el punto flaco de aquel a quien quieren penetrar y poner a su lado. A Rafael Caldera le editan un libro. A Pérez le alquilan una casa en “La Lagunita”. La licencia de un canal de televisión ha sido usada como un arma poderosísima de intimidación, chantaje y conquista.»
Escándalo en Madrid
Gustavo Cisneros compró las «Galerías Preciadas«, mega-tiendas por departamento muy conocida en España, y originó un gran escándalo. La adquirieron a «precio de gallina flaca», y al poco tiempo la vendieron obteniendo jugosas ganancias. La sospechosa negociación no hubiera sido posible sin la complicidad del gobierno español presidido por Felipe González. Según se dijo, los dueños de las «Galerías Preciadas» tenían obligaciones pendientes que sólo podían ser superadas con el aval oficial.
Las empresas de la Organización Cisneros
Venevisión es quizás el bien más preciado o la “joya de la corona” de la ODC. Pero también son parte del emporio empresarial, bien sea como dueños o accionistas de: autos Studebaker, liquid carbonic, supermercados CADA, Pizza Hut, Burger King, el concurso de Miss Venezuela, Puro Pan, Chilevisión (Chile), Blockbuster video, Pueblo Xtra Int’l, Cervecería Regional, el equipo de béisbol Los Leones del Caracas, Vale TV, DirecTV, Jugos Yukery, Helados Tío Rico, Telcel, Central Portuguesa, Hispanic Broadcasting Corp (HBC), Spalding, Evenflo, Galerías Preciado (España), Paternoster Square (Londres), Disa Records (México), Rodven récords, Fonovisa, Univisión Online, AOL Latin American, NCR Suma Sistemas, BSP y Hacienda Carabobo.
Fortuna proveniente del… ¿narcotráfico?
El 20 de julio de 1984, la revista venezolana Resumen informó sobre versiones de que un miembro de la familia Cisneros estaba metido “hasta los codos” en el lavado de dinero del narcotráfico en Florida. Según esa información, tomada en su totalidad del libro «In Banks We Trust», de la periodista Penny Lernoux, Oswaldo Cisneros Fajardo había estado vinculado a la World Finance Corporation (WFC), una lavandería internacional de dólares. La WFC, habiendo metido la pata ya demasiadas veces, finalmente se vino abajo, y su presidente cubano-estadounidense, Guillermo Hernández Cartaya, paró en la cárcel en pago de un delito relativamente leve: evasión de impuestos. En ese tiempo Gustavo Cisneros era dueño de “medio” Miami, producto de la compra abrumadora con dinero venezolano de inmuebles.
Gustavo Cisneros y esposa ¿Pedófilos?
“Anonymus” de Estados Unidos decidió publicar una serie de listas en las que aparecen cada uno de los nombres de los involucrados en trafico sexual, pedofilia y en el “caso de Jeffrey Epstein”, entre las cuales destaca el empresario venezolano Gustavo Cisneros y su esposa Patricia Phelps.
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GustavoCisneros.com/Aporrea/LL/GPV