El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, rechazó haber removido al jefe de la Policía Federal de Río de Janeiro y mandó a callar a los periodistas que le preguntaron si los cambios en el cuerpo policial estaban destinados a frenar una investigación sobre su hijo por blanqueo de dinero.
El Jefe de Estado brasileño calificó de «canalla» al segundo diario de mayor circulación, Folha de Sao Paulo, luego que el medio hizo una vinculación entre la dimisión del jefe policial y la designación como sustituto del comisario Rolando Alexandre de Souza, hombre cercano al círculo íntimo del mandatario.
Bolsonaro le dice a los periodistas que se callen y no responde cuando se le pregunta sobre los cambios en la Policía Federal:
Al respecto, Folha se manifestó a través de un comunicado en el que asegura que «una vez más, el presidente Jair Bolsonaro no respeta la libertad de expresión e insulta al periodismo profesional”. Aseveran que “seguiremos orgullosos y vigilantes, cubriendo las acciones de esta administración con imparcialidad e independencia, como lo hemos hecho en todos los gobiernos. Y, no, Folha no se va a callar«.
Bolsonaro manda repórteres calarem a boca e não responde quando questionado sobre mudanças no comando da PF (05.mai)https://t.co/Ne53wZjOK7
— Folha de S.Paulo (@folha) May 6, 2020
Igualmente, la Asociación Brasileña de Prensa envió una solicitud de destitución de Jair Bolsonaro a la cámara.
Associação Brasileira de Imprensa envia pedido de impeachment de .@jairbolsonaro à Câmara.https://t.co/gBcsB3tocZ
— Política Estadão (@EstadaoPolitica) May 6, 2020
Mientras, la Fiscalía General de Brasil ordenó el pasado 4 de mayo que sean investigadas otras agresiones sufridas por periodistas y fotógrafos durante una manifestación convocada por seguidores del presidente Jair Bolsonaro en el Palacio Planalto, a la que asistió el propio mandatario.
Dichos incidentes fueron condenados en forma generalizada por los partidos políticos, los gremios de la comunicación y hasta el ministerio de defensa. Así, este despacho afirmó en un comunicado oficial que «la libertad de expresión es fundamental en un país democrático», y resaltó que «toda agresión a profesionales de la prensa es inaceptable».
Bolsonaro en varias ocasiones ha calificado de «enemigos» de su Gobierno a periodistas de los diarios O Estado de Sao Paulo, Folha de Sao Paulo y O Globo.