La semana pasada hubo de todo un poco en cuanto a hitos noticiosos, útiles para entender el momento de riesgo que hoy día enfrenta la humanidad. Caminamos por un desfiladero que amenaza la permanencia del homo sapiens (¿sí será sabio?) en el planeta. Y a pesar de ello, son muchos, en posiciones de poder, los que hacen caso omiso ante el peligro de la extinción del hombre y la mujer. Niegan la existencia del fenómeno de cambio climático; niegan la grosera redistribución negativa de la riqueza; niegan el actual auge del fascismo y hasta niegan procesos históricos suficientemente documentados y que, además, cuentan aún con testigos de primera línea. Otros inventan operaciones especiales “quirúrgicas” de intervención militar, a las que les ponen nombres de pájaros.
María Corina Machado, vendepatria; Javier Milei, presidente de Argentina; Marcos Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos y los portales de la oposición, como, por ejemplo, Tal Cual y Efecto Cocuyo, contaron un cuento (con bombos y platillos) sobre una supuesta “extracción impecable” de militantes del segmento de la oposición que dirige la señora antes mencionada.
El día en que se conoció que quienes se habían radicado en la Embajada del país sureño ya no estaban ahí, el operativo aún no había sido bautizado. Días después, Machado tuvo la ocurrencia, tal vez al ver desde su balcón las coloridas guacamayas que sobre vuelan la ciudad, de usar el nombre de estas aves psitaciformes para volver a darse unos minutos de prensa, tras el cursi y fallido episodio de la moto y la cartera azul.
¡Pero qué mala pata! En una ronda de preguntas ante los reporteros que cubren la fuente gubernamental en Estados Unidos, Tammy Bruce, portavoz del Departamento de Estado, contradijo a su jefe Rubio y a la propia Machado, cuando se le preguntó sobre lo que, en principio, se quiso presentar como un rescate efectuado por agentes de la inteligencia estadounidenses. Y para colmo, como si fuera una pieza de teatro del absurdo, quien requirió la información fue Carla Angola, periodista al servicio de los intereses de la extrema derecha criolla, que son los mismos de Washington.
Bruce calificó las versiones difundidas como “historias de película”, en clara referencia a los rumores que indicaban que oficiales de la Agencia Central de Inteligencia habrían aprovechado para rescatar a los opositores, a quienes se les acusa de delitos graves. “Bueno, suena como una película para mí. Quizás en unos años, o quizás desde hace cinco años. Por supuesto, no comentaré chismes, no comentaré especulaciones ni las historias increíbles”.
Una vez más quedan en evidencia los tres ligaditos: Milei, Rubio y Machado, coordinados para mentir, pero no para disculparse.
