Este miércoles, el recién electo presidente de los EE.UU. Donald Trump escogió al general retirado, Keith Kellogg como su enviado especial para lidiar con la situación actual que viven Ucrania y Rusia. Su objetivo primordial es mediar y ponerle fin a este costoso conflicto para Washington.
Cabe destacar que Kellogg, de 80 años de edad, es una ficha de confianza del magnate ya que estuvo como jefe de gabinete del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca durante su primer período como mandatario entre 2017 y 2021, además, fue asesor de Seguridad Nacional del entonces vicepresidente Mike Pence.
A través de su propia plataforma en redes, Trump escribió en su perfil de TruthSocial: «Me complace nombrar al general Keith Kellogg como asistente del presidente y enviado especial para Ucrania y Rusia (…) ¡Estuvo conmigo desde el principio! Juntos lograremos la paz a través de la fuerza y haremos que Estados Unidos y el mundo vuelvan a estar seguros«.
Sin embargo, recordemos que el año pasado este personaje defendió y apoyó cuando se conoció que su país envió municiones en racimo a Kiev. «Cuando tomas la decisión de apoyar a una nación en guerra, brinda todos los medios necesarios para terminarla. La guerra es la guerra. Si quieres que los ucranianos ganen», dijo, «dales todo lo que puedas para ganar esa pelea», exclamó Kellogg en julio de 2023.
Más tarde, en noviembre de 2023, el general Kellogg fue coautor de un informe temático para el Centro para la Seguridad estadounidense en el que argumentaba que «presionar para que Ucrania ingresara en la OTAN amenaza con descarrilar el fin de la guerra».
No obstante, este «general de tres estrellas del Ejército, altamente condecorado y retirado, y cuenta con una amplia experiencia en el Ejército y los negocios internacionales», comulga con el pensamiento de Trump quien también ha expresado su rechazó ante el envío multimillonario de asistencia militar al Gobierno ucraniano por lo que acabar con este conflicto resulta imperativo.
Por último, los analistas internacionales opinan que la postura de Kellogg preocupa en Kiev, temiendo que la nueva actitud de Washington en base a la presión y el condicionamiento de la asistencia militar obligue a Ucrania a ceder porciones territoriales, controladas actualmente por las fuerzas rusas. Un escenario de pesadilla para el Gobierno de Zelenski.
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