El presidente de Perú, Pedro Castillo, descartó renunciar a su cargo, por el contrario, ratificó que culminará su período.
“Les digo que voy a terminar el período que el pueblo me otorgó y voy a entregar el poder al siguiente presidente del Perú el 28 de julio del 2026. No antes”, afirmó el mandatario peruano.
Ante las últimas acusaciones de la Fiscalía de Perú, en la que lo señalan de ser el jefe de una organización criminal, Castillo se defendió y aseguró que no es un corrupto.
Asimismo, agregó que se le acusó de comunista, terrorista y, al no encontrar pruebas, le buscaron nuevos motivos para impedir y bloquear la gobernabilidad.
EN VIVO | Presidente Castillo: “Voy a terminar el periodo que el pueblo me otorgó y voy a entregar el poder al siguiente presidente del Perú el 28 de julio del 2026”
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Desde hace meses, la oposición peruana ha buscado diferentes mecánicos para sacar a Pedro Castillo del poder; pero hasta los momentos no han podido conseguir los votos suficientes para la moción de censura.
En el Congreso se evalúan distintas opciones para sacar a Castillo del poder, una de ellas es la tercera moción de vacancia presidencial contra el presidente; que recoge todos los presuntos actos de corrupción del gobierno que han derivado en las investigaciones de la Fiscalía.
Sin embargo, se requieren 87 votos para la destitución de Castillo y en caso de lograrlo pasaría a asumir el cargo su vicepresidenta Dina Boluarte; quien cumpliría el mandato hasta 2026.
La Fiscalía lo acusa de haber cometido los presuntos delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión que podría dejarlo fuera del poder.
Según la Fiscalía, Castillo usó el Ministerio de Transportes y Comunicaciones para obtener un soborno de 58 millones de dólares a cambio de beneficiar con la obra a un empresario que aportó en su campaña electoral
Supuestamente, en este caso el mandatario se confabuló con sus sobrinos Fray Vásquez Castillo, Gian Marco Castillo Gómez y el hoy exministro Juan Silva.
Además, es investigado por los ascensos irregulares en las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional en noviembre del año pasado y por un «presunto encubrimiento»; para no atrapar a los prófugos de su Gobierno.
