En una nueva edición de las ya conocidas recetas para guerras de cuarta generación y golpes de Estado, la ultraderecha internacional junto a sus aliados en Cuba promueven la jornada de protestas convocada para este 15 de noviembre; contra el gobierno del presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la isla caribeña.
Con esta maniobra, Washington apuesta a aprovechar la presión que genera desde hace décadas de bloqueo y que se ha incrementado en los últimos años con más medidas coercitivas unilaterales contra la nación antillana. Sobre todo, en medio de la pandemia por covid-19.
De esta forma, surgieron nuevamente las denuncias acerca de la intención por parte de sectores de oposición, de reeditar los focos de violencia que generaron el pasado 11 de julio; en varias localidades de la República de Cuba. Curiosamente, tras las protestas puntuales y sincronizadas de aquella jornada, la isla volvió a la normalidad horas después.
Asimismo, diversos sectores han rechazado la pretensión de crear un ambiente de desestabilización, justo el día que el gobierno cubano convocó a las aulas de clases, de manera presencial, a más de 718.400 alumnos desde preescolar hasta quinto grado.
Así amanece Cuba el 15 de noviembre, con más de 700 000 pioneros en las aulas, recibiendo amigos, familiares y turistas, reactivando el quehacer productivo, disminuyendo los casos de COVID. #CubaVive #CubaViveyAbrazahttps://t.co/nOZP6RqWfu
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) November 15, 2021
¿Quién apoya la violencia?
Tal como ocurrió en el mes de julio, esta vez se evidencia la acción y coordinación desde la administración de Joe Biden, en Estados Unidos; con los sectores de la contrarrevolución en Miami, así como grupos de la extrema derecha en territorio cubano.
Por esta razón, autoridades cubanas y sectores progresistas en el resto del planeta, denuncian la actuación de Yunior García Aguilera, a quien señalan de seguir al pie de la letra los manuales de guerra no convencional, aplicados por la Casa Blanca a países como Venezuela, la antigua Yugoslavia y Nicaragua, por ejemplo.
Igualmente, han explicado que parte de la estrategia de los denominados golpes blandos; consiste precisamente en asociar figuras relacionadas al mundo de la cultura y de las artes. El objetivo es tratar de crear liderazgos que exacerben el sentimiento de insurgentes y simpatizantes. De allí la participación del dramaturgo garcía Aguilera.
Hace unos días, el presidente Díaz-Canel señaló que “el gobierno estadounidense se pronuncia, habla el que financia y organiza el esquema desestabilizador; que suma a cuanto grupúsculo o institución –dólares mediante– aporte una iniciativa contra la Revolución”.