Nuestros atletas, nuestra FANB, nuestro pueblo, son una constante prueba de que sí se puede lograr superar adversidades y alcanzar objetivos en pro del país. Es posible entonces pasar de la violencia al diálogo y que los venezolanos nos entendamos para resolver nuestras diferencias de manera pacífica y sin violencia, para lograr el gran objetivo en pro del país: la paz.
El exhuésped indeseable de la embajada de Chile, Freddy Guevara, ha dicho que deben revisar muchas de sus “estrategias”; como la búsqueda “del quiebre militar” o “el desplazamiento total”, y habla de una necesaria convivencia.
Traduciendo esto, está diciendo que no les funcionó el golpismo, los ataques terroristas y la invasión con mercenarios y no les queda otra que volver al camino electoral. Aunque no sea por convicción, sino por los fracasos reiterados al apostar por la violencia, es bueno para el país que vuelvan al carril democrático.
Y si bien la ultraderecha ha decidido participar en las próximas elecciones; hay un sector aun más extremista y radical que considera que se trata de una capitulación, o cohabitación, y toda esa cháchara.
Desde EE.UU. uno de los exjefes y figura clave de la administración Trump, Elliott Abrams, dijo que el diálogo en México es un enfoque realista; recordemos que ya en su momento considero que los planteamientos de este sector eran propios de la ficción, del “realismo mágico”.
Voceros de la Unión Europea, de países del extinto Grupo de Lima, incluso de los EE.UU, admiten y reconocen las próximas elecciones de noviembre y el diálogo. Atención, el diálogo entre la Plataforma Unitaria de la Oposición y el Gobierno Bolivariano, es decir, reconocen al gobierno bolivariano y se termina de enterrar la ficción del gobierno paralelo o interino.
Cinismo colombiano y el legado intervencionista
¿Quién ataca el diálogo? Los de siempre, Colombia, su vicepresidenta, canciller y hermana de un narcotraficante. ¿Qué puede hablar Colombia de respeto de acuerdos de diálogo cuando después de la firma del acuerdo de paz, han sido asesinados cerca de mil líderes sociales, excombatientes y firmantes del acuerdo de paz?
Por su parte, el presidente norteamericano Joe Biden decidió pasar de la violencia al diálogo, dejando claro que los EE.UU. no tienen intenciones de intervenir en países para rehacerlos. Ojalá sea cierto, porque sabemos que allá una cosa es la que quiera el presidente y otra la que quieran las trasnacionales; que muchas veces son las que terminan decidiendo y gobernando. Ojalá sea el fin de la arrogancia imperial que pretende salvar países y los deja peor que antes de salvarlos.
No han podido ni podrán. Nuestro pueblo, todo el país, cree en la paz y no en la guerra, en el entendimiento antes que en la violencia; en el trabajo y la unión para superar las adversidades y avanza. A todos los que dignamente han resistido estos años de asedio y bloqueo imperial les debemos hacer lo posible e imposible, sin excusas, para entendernos y avanzar.