El medio Noticias Uno Colombia, se trasladó hasta la vivienda en Ríohacha donde se concentraron los conspiradores junto a la frontera venezolana que fungía como el campamento número tres, desde donde los mercenarios planificaban una incursión terrorista denominada «Operación Gedeón», para derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro, matar a funcionarios de la dirección política y militar del país y desestabilizar la nación.
El equipo reporteril visitó la casa en Ríohacha, en el barrio San Martín carrera 19 entre calles 21 y 22, casa 55, y concluyó que minutos después de que el gobierno venezolano anunciara la dirección exacta, se mostró movimiento de parte de los militares disidentes calificados de mercenarios.
Los testigos:
Bajo el anonimato, una mujer que sirvió de testigo en el reportaje de Noticias Uno, aclaró que en la vivienda, lugar de los hechos «habían unos camarotes (8 aproximadamente)». También algunos aparatos electrodomésticos, así como comida y utensilios de cocina.
Tras el allanamiento de la policía local, el informe señaló que «se registró el bien inmueble el cual consta de dos plantas; donde se encontraron 8 camarotes metálicos en estado de abandono«.
Indica el periodista que, según testigos cercanos a la casa e informes propios del cuerpo policial se develaron nuevas pruebas. Se encontraron imágenes de mapas de Venezuela y uniformes de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB); así como documentos de militares venezolanos «seguramente desertores».
Más datos
Yacsy Alexandra Álvarez Mirabal, quien fue una integrante de la operación conspirativa le alquiló el inmueble a otra persona, quien tiempo después fungió de testigo. Esta indicó a Noticias Uno, que el año pasado, un grupo de personas «llegaron a su casa bajo el pretexto de que sería la sede administrativa de una fundación para albergar a unos venezolanos»; con el fin de suministrarles comida y otros servicios. Tiempo después, Álvarez Mirabal, reveló que la inteligencia colombiana estaba muy bien enterada del plan mercenario para derrocar y asesinar a Maduro.
En este contexto, la mujer inquilina de la casa, alega que entre los sujetos que llegaron a la vivienda, habían venezolanos, colombianos. Asimismo «un extranjero que podría hacer norteamericano». Pues así lo identificó por su «porte» físico y «la forma de hablar». Lo que se convierte en una prueba más de las afirmaciones del gobierno venezolano, cuando develó el plan terrorista.
Informan que el testimonio de la ciudadana colombiana, los documentos del allanamiento y otras pruebas surgidas de la investigación, estuvieron en La Guajira hasta abril de 2020. Después, un fiscal encargado contra el crimen organizado, solicitó que se trasladara todo el proceso judicial a Santa Marta, en el mismo país neogranadino.
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