Con absoluta complicidad actuó el gobierno del colombiano Iván Duque, quien metió la mano en la Operación Gedeón, mediante la cual mercenarios intentaron derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro y matar a funcionarios de la dirección política y militar del país.
Mediante una comparecencia pública desde la sede de la Asamblea Nacional, el presidente del parlamento, Jorge Rodríguez, mostró las declaraciones de Juan Luis Gutiérrez Aranguren, detenido recientemente por participar en las acciones terroristas perpetradas en mayo de 2020.
En ese sentido, el mercenario capturado contó minuciosamente el proceso que vivió desde su captación, por parte del opositor Leopoldo López, en la cárcel de Ramo Verde y durante los meses de entrenamiento que recibieron en Colombia, bajo el auspicio de autoridades colombianas, encabezadas por el propio mandatario, Iván Duque.
“El general Clíver Alcalá, en reiteradas oportunidades, nos reunía y nos decía que tenía comunicación con el presidente Donald Trump, con el presidente Iván Duque y con Juan Guaidó”, narró Gutiérrez Aranguren.
Por otra parte, añadió el capitán desertor que “también en conversaciones con Russo Álvarez (alias Pico, mercenario de Operación Gedeón), me decía que había asistido a reuniones con Clíver Alcalá donde se encontraban Lester Toledo (aliado de Guaidó), representantes de Donald Trump y representantes de Iván Duque”.
Comentó que en esos encuentros se hablaba del tema logístico para la operación. “Armamento, comida y todo lo que se refiriera al sistema se trataba en esas reuniones; para así llevara a cabo el derrocamiento de Nicolás Maduro Moros”, declaró el terrorista.
Complicidad en Colombia
Los videos testimoniales que difundió el presidente del Poder Legislativo venezolano, Jorge Rodríguez, demuestran, según cuenta el propio Juan Luis Gutiérrez Aranguren; que fueron recibidos en territorio neogranadino, por funcionarios del gobierno de Duque.
“Nos dijeron que estábamos contando con el apoyo del gobierno de Iván Duque. Que lo que hacíamos estaba bien hecho y que debíamos derrocar a Nicolás Maduro Moros”, narró el detenido.
Igualmente, mencionó que, en uno de los encuentros pautados, lo citaron en el restaurant El Oriental, en la localidad de Maicao. Desde allí fue trasladado a una residencia de la zona, donde se encontraba Clíver Alcalá. “Me dijo (Alcalá) que había una operación militar que iba a contar con 300 hombres; con el apoyo del gobierno de Donald Trump, el apoyo del gobierno de Iván Duque y de Juan Guaidó”, reiteró.
Asimismo, señaló que en agosto de 2019 el campamento se trasladó a la ciudad de Riohacha. Meses después se suma a la conspiración otro capitán desertor venezolano Sequea Torres.
De esta manera se evidencia la libertad de movimiento que tenían en territorio colombiano, para moverse con armamento de guerras, explosivos y logística necesaria para la preparación de los grupos paramilitares.
“Fíjense qué cosas. Un campamento en Riohacha, un campamento en Santa Marta, otro en Maicao y no pasaba nada. No es que no se daban cuenta, porque les dijimos hasta las coordenadas de los campamentos“, denunció Jorge Rodríguez.
