La confianza entre la Unión Europea y las farmacéuticas está literalmente pinchada. El bloque se ha enfrascado en una disputa con AstraZeneca, a la que reprocha el incumplimiento en la dotación de las vacunas anticovid acordadas.
La comisión de salud de la UE señala que la compañía ha recortado en un 60% el ritmo de suministros acordados. Adicionalmente asegura que la empresa vende el antídoto a otros países en una literal dinámica de “al mejor postor”.
Esta situación genera una crisis en el proceso de vacunación contra la pandemia en la eurozona. Esta demora es una situación peligrosa en medio de un recrudecimiento de la enfermedad que se ha hecho más contagiosa, y hasta más mortal.
De parte de AstraZeneca, niegan que estén desviando la producción de vacunas acordadas con Europa a otros países. Al mismo tiempo señalaron que no están incumpliendo con ningún cronograma de entregas porque sencillamente no firmaron tal compromiso.
El CEO de la compañía habría dicho en una entrevista publicada en un medio europeo que lo sí firmó fue una cláusula que hablaba de “hacer los mejores esfuerzos” para cumplir el calendario.
La Unión Europea y AstraZeneca firmaron un contrato por 400 millones de dosis de la vacuna contra la covid-19. Sin embargo la empresa advirtió que “debido a un déficit de producción en las plantas europeas de la firma, no alcanzará su objetivo”.
El director de la farmacéutica precisó que la empresa arrastra al menos 3 meses de demoras para resolver las fallas en la producción de la vacuna.
Según se ha mencionado, el problema estaría focalizado en la planta de producción de vacunas en Bélgica.
En una metáfora del ciclismo, AstraZeneca tendría una rueda pinchada en su carrera de producir las vacunas contra la pandemia.