Este sábado 16 de enero el Ministerio Público de Venezuela desmanteló una red de tráfico de personas con fines de explotación sexual o prostitución. Así lo dio a conocer el fiscal general de la República, Tarek William Saab, en alocución difundida por la estatal Venezolana de Televisión (VTV).
El alto funcionario detalló que se trata de una mafia que captaba adolescentes en La Guaira. Las trasladaba hasta la localidad noroccidental de Tucupita y desde allí les enviaba a Trinidad y Tobago para su prostitución. También tenía una ramificación en el estado Lara.
Las cabecillas de la banda son Grecia Verónica Jiménez Mendoza, Leomara Elena Pérez Vega y José Alberto Vega Castro. Las dos féminas eran las responsables de la financiación de la organización criminal y del recibimiento de las víctimas adolescentes en Trinidad y Tobago. Ambas están prófugas de la justicia en la isla. «Esperamos sean entregadas por las autoridades para que sean judicializadas como corresponde», dijo Saab.
El hombre, en cambio detenido en Venezuela, era el encargado de coordinar la logística de captación y traslado.
A los tres involucrados se les imputan los delitos de tráfico de personas con fines de explotación sexual, con el agravantes de tratarse de víctimas adolescentes, y asociación para delinquir.
Por una denuncia inicia la investigación
El Fiscal narró que la investigación inició por la denuncia de una madre de una menor de edad que se fugó con otras adolescentes. Todas fueron llevadas a Trinidad a ejercer la prostitución. «La joven le llamó a la madre y le informó que las personas que se la llevaron no la dejaban regresar. Prácticamente la tenían secuestrada. A través del análisis de telefonía se dio con el sitio en Tucupita».
En Tucupita fueron detenidos 8 integrantes de la red, luego dos más en Lara y uno más en La Guaira. Las víctimas rescatadas son 3 adultas y 7 adolescentes, especificó el alto funcionario.
«El mensaje que damos a quienes quieren lucrarse a través de tráfico de personas es claro: repudio nacional y máxima pena en defensa de los derechos humanos de nuestro pueblo. Que la decencia, al rectitud y el buen proceder se impongan en favor de la familia venezolana».
«Aplicaremos todo el peso de la ley porque no se puede jugar con nuestros adolescentes con fines inconfesables», insistió.
