Largas caminerías bajo la sombra de los árboles y 208 animales de diversas especies reciben a los capitalinos en el parque recreacional zoológico El Pinar, situado en la parroquia El Paraíso de Caracas y que recientemente fue rehabilitado por la Alcaldía del municipio Libertador, a través de la Misión Venezuela Bella.
Desde su reinauguración el pasado 13 de febrero, por un costo de 11 bolívares, de 9 am a 4 pm, los visitantes pueden recorrer el espacio, que cuenta con exhibición de especies, parque infantil, fuente de soda, zoológico de contacto y un insectario que aún está por abrirse.
Un pequeño lago, que no excede los 6 metros de profundidad denominado el humedal de Gabán, donde se acogen a patos, morrocoyes y al gabán; le da la bienvenida a los usuarios, quienes pueden apreciar al lado la Casona, estructura que está siendo renovada y que pasará a ser un museo histórico.
En las caminerías se encuentran letreros educativos sobre las especies de animales, cómo conviven, su dieta y convivencia en el entorno. Además, en cada rincón se incentiva al reciclaje con los espacios de desechos sólidos clasificados en plástico, papel y vidrio.
Las cascadas de agua natural también son parte de los atractivos que posee el parque, con caídas de agua que invitan a relajarse y disfrutar de un lugar colmado del sonido de las aves.
En ese punto, rodeados del árbol Rosa de Montaña, se encuentran para apreciar la guacamaya militar; el tucán de pico rojo, el tilingo cuellinegro, el chacaraco, la guacamaya amarillo con azul y el loro real. Los acompañan en hábitat controlado el zorro desde sus madrigueras, el puerco espín típico de América Central y América del Sur; y el hurón grande.
Zoo de contacto
En el camino hacia la granja de contacto se aprecian los cambios de vegetación y la frescura de los árboles y pinos que van adornando el trayecto; pasando un parque infantil, la plaza en honor al militar y político haitiano Alexandre Pétion.
En la granja los usuarios pueden tener contacto directo con animales como alpacas y la llama. También hay cabras, ponis o minihorse, unas razas de caballo de pequeñas estatura que habitan el lugar de manera calmada y junto a los cerdos.
Continuando en el camino los pavorreales pueden sorprender gratamente con su majestuosa presencia y acompañar silenciosamente a los visitantes.
Seguidamente, en El Pinar los murales de pintura y de tapas plásticas, una cascada, los monos capuchinos; un jaguar y una hiena moteada preparan la admiración de las personas previo al encuentro que los hará maravillarse con la leona africana o leona blanca; cuya dieta cuenta hasta 15 animales grandes por año y su presencia se adueña del lugar captando todas las miradas.
El recorrido final del zoológico pasa por la belleza de las vacas enanas y la divertida danza de las avestruces que curiosas se acercan hasta los visitantes; detallando la especie humana.
Normativa
El parque El Pinar tiene sus propias normativas para preservar el orden de su ecosistema. Además, de tener una actitud responsable y respetuosa con los animales, plantas y personal guardaparques, también se exige no arrojar desechos, evitar sobrepasar las barreras de seguridad, supervisar a los niños, evitar ruidos molestos.
Asimismo, está restringido el acceso de pelotas, patinetas, bicicletas, inflables, papelillos, tangana, globos, botellas de vidrio, armas y cualquier otro elemento que pueda alterar el orden público. No se permiten bebidas alcohólicas ni cigarrillos, tampoco se debe llevar animales o plantas sin previa autorización.
Para la visita de estudiantes de educación básica, media y diversificada, deben asistir con supervisión del educador del plantel.
Sobre las fotografías para los recuerdos, solo se permiten fotos desde un dispositivo móvil, sin uso del flash. De llevar cámara profesional debe ser reportado a la vigilancia del parque.
Historia
El Pinar fue una hacienda llamada La Vaquera y perteneció al general Juan Vicente Gómez. También fue residencia oficial del vicepresidente Juan Crisóstomo Gómez. En 1938 pasó a ser la primera escuela forestal del país y; finalmente, en 1945 se funda como el parque zoológico El Pinar, por iniciativa del entonces presidente Isaías Medina Angarita.
ÚN.