¡Yankee come home!: Por: Roberto Hernández Montoya

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¡Yankee come home!: Por: Roberto Hernández Montoya

Bienaventurada la gente que no ve imperios. Le envidio la bienandanza. Piensa que todos todos todos los problemas de Venezuela son culpemaduro. Y que los del mundo los inflige el Foro de São Paulo. Inundaciones, terremotos, sequías, huracanes… el bendito foro. Se desbarranca el dólar… Diosdado. La gente no quiere trabajar en los Estados Unidos… el Alba. En última instancia, Chávez.

O sea, nada puede estar mejor. Solo está mal Venezuela, la peor peste del universo, contagiosa, en donde nunca, jamás, en ningún momento ni en absoluto, pasa nada nada, nada bueno, no hay ni un atardecer bonito, nadie saca 20 en un examen, a nadie le quedan bien unas caraotas ni una arepa frita. Todo todo todo, pero todo, dije todo, párame, no te me distraigas, mira pacá, repite conmigo: Todo todo todo sale mal en Venezuela. Entras por la frontera y los platillos más suculentos comienzan a saber horrible, la música desafina, las flores huelen mal, los chistes no dan risa, los sánguches de pernil de La Encrucijada repugnan y ni menciono las cachapas con queso de mano de la autopista o de las panelas de San Joaquín. Hay que irse de esta vaina ya ya ya.

Menos mal que están los Estados Unidos para acunar el planeta, la Luna, Marte, Júpiter con sus marcianos, el cinturón de asteroides, los cinco puntos cardinales, que nos reveló Freddy Guevara en su Audi prestado. Y parte de Paraguaná.

Ahí tienes el Medio Oriente, Siria, Gaza, Yemen, Irak, Afganistán, Libia, la Arcadia, esas rosaledas en donde gracias a los bombardeos humanitarios todo es idilio, los cervatillos y los sietecueros triscan de flor en flor, sobreabundan la dulzura, el júbilo, el regocijo, la euforia y mucha mucha mucha ¡democracia, democracia, democracia!, como ovacionaba exultante la beata feligresía en la autoproclamación de Carmona, a medida que el angélico Daniel Romero entonaba cada línea del Inmarcesible Decreto de Carmona, la mayor apoteosis intelectual de todos los tiempos, digna del intelecto milagroso del perínclito, glorioso y esplendente Allan Randolph Brewer Carías, que ahí te dejo eso, ¿pa qué más?

Por cierto, ¿los Estados Unidos se van de Afganistán porque ganaron o porque perdieron? Es por una duda que tengo.

ROBERTO HERNÁNDEZ MONTOYA

@rhm1947

¡Yankee come home!: Por: Roberto Hernández Montoya

Fuente: ÚN.


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