Vuelta a clases, papa garantizada y voto seguro

Este miércoles 16 de septiembre formalmente arrancó el año escolar 2020-2021. A causa de la pandemia de covid-19, no podremos disfrutar las bonitas imágenes de los más de 10 millones de estudiantes, entre niñas, niños, adolescentes y jóvenes universitarios, que diariamente acuden a sus guarderías, colegios, escuelas, liceos, universidades y demás centros educativos.

La fuerza infinita de los estudiantes, que como dice la bella canción representan: ese «pan que saldrá del horno con toda su sabrosura», seguirá creciendo. Porque la educación gratuita y de calidad, es un derecho sagrado y consagrado en nuestra Constitución. Por eso el gobierno, verdaderamente en funciones, apegado a la sensatez, ha resuelto que este año escolar comience a distancia, aprovechando las bondades de las Tecnologías de la Comunicación y la Información (TIC).

Así se resguarda la salud de nuestros niños, niñas y adolescentes y no se detiene el vital proceso formativo y de aprendizaje. Con la metodología de «cada familia una escuela», que ya dio excelentes resultados a fines del año escolar pasado, madres, padres y representantes jugarán un papel crucial de la mano de maestros, maestras y profesores.

La forja de los estudiantes seguirá siendo un proceso fundamental, pese a pandemias, «sanciones», bloqueos y otras bajezas.

Papa garantizada

Y, precisamente, para que no se detenga la educación, el gobierno Bolivariano hace gala una vez más de la organización del poder popular, así como la estrecha alianza cívico-militar. La fuerza moral del pueblo activo y movilizado ha sido el ingrediente mágico para salir airosos de tanta maldad.

Frente a la infamia, afloran los más grandes sentimientos de amor, como decía el Ché Guevara. Un ejército de 76 mil mujeres aguerridas dicen presente, para preparar la comida de los niños y niñas en edad escolar. Y también toman la palabra los jefes de calle y los reservistas para envasar y distribuir ese alimento, todos los días, hasta la puerta de más de 7 millones de hogares.

El Programa de Alimentación Escolar (PAE), un esfuerzo vital, inédito y único de Venezuela. Por eso es que las élites norteamericanas y europeas no se explican cómo es que después de tanto daño inmerecido, este pueblo sigue de pie y con más fuelle que nunca.

Elecciones y bioseguridad

Por otro lado el tiempo avanza inexorable. Y la fecha del 6 de diciembre cada vez se ve más cercana en el horizonte político. Las cartas están echadas. Guaidó y su impresentable mafia decidieron quedarse por fuera, la razón es obvia: se saben perdidos.

No les queda más que alimentar la falsa matriz de que no existen condiciones para votar, especialmente desde el punto de vista sanitario. Recientemente, Ramón guillermo Aveledo, resucitó de entre los muertos políticos, para hacer un paralelismo entre la suspensión de las clases presenciales y la votación.

Burda y desesperada maniobra. Con todos los protocolos de bioseguridad  que ya se conocen y se han aplicado en diversos países, desde Rusia, hasta Corea del Sur, pasando por República Dominicana y los propios Estados Unidos, entre muchos otros, alegar la pandemia para no medirse es sólo una torpe excusa.

La Constitución es clara y taxativa el mandato de estos parlamentarios en desacato fenece al cumplirse 5 años de su elección. Por ello el 6 de diciembre de 2020, el pueblo tendrá la oportunidad de expresarse y renovar el poder legislativo. Con todas las medidas de resguardo sanitario, votar será más seguro que ir a la farmacia. Y brindará enormes satisfacciones.