Venezuela recibió este fin de semana al Relatora Especial de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas. La funcionaria se llama Alena Douhan y estará hasta el 12 de febrero en nuestro país.
Durante ese tiempo evaluará, según expresa la cancillería de nuestro país, “el impacto en los derechos humanos de las medidas coercitivas unilaterales impuestas por EE.UU. contra Venezuela”.
Para hacer este balance, Douhan se reunirá con funcionarios del gobierno nacional, con representantes de los poderes legislativo y judicial. También se entrevistará con organizaciones sociales, oposición, académicos, víctimas y sus familiares.
La Relatora especial comentó a su llegada que “Me centraré en particular en cualquier impacto negativo que las sanciones puedan tener en el disfrute de todos los derechos humanos en Venezuela”.
Las autoridades de nuestro país han reclamado en varias oportunidades a la Alta Comisión de los DD.HH. que ha hecho una revisión parcializada y tendenciosa de este tema en otros informes, omitiendo precisamente el impacto de las denominadas “sanciones”.
Es por esto que en esta ocasión, la funcionaria examinará “si la adopción, el mantenimiento o la aplicación de sanciones obstaculiza la plena realización de los derechos humanos de las personas, y en qué medida”.
Crueldad y acoso
El gobierno venezolano ha denunciado que el gobierno de los EE.UU. ha agudizado el acoso financiero contra el país aun en tiempos de pandemia.
Esta estrategia de Washington acentuada en la era de Trump y continuada por la administración de Biden impide de manera deliberada que Venezuela acceda por mecanismos formales y convencionales a insumos medidos para atender la crisis sanitaria.
Este acoso es tal, que el mismo presidente Nicolás Maduro ha dicho que persiguen a Venezuela “hasta para que no compre una curita”. A pesar de esta situación, el mandatario ha dicho que el país tiene aliados en el mundo que permiten el acceso a los insumos.