El gobierno venezolano agradeció el reconocimiento de Naciones Unidas (ONU) sobre avance de Venezuela en de Derechos Humanos. Sin embargo, rechazó la manipulación de algunos factores en los cuales persiste la pretensión de descalificar el respeto y la cooperación de la nación bolivariana en la materia.
En tal sentido, se pronunció el diplomático Héctor Constant, representante del país suramericano ante la instancia multilateral; quien participó en la presentación de actualización por parte de la Alta Comisionada de la ONU para DD.HH., Michelle Bachelet.
«Todavía vemos con preocupación la reminiscencia de elementos que instrumentalizan los derechos humanos con fines políticos, lo cual se aleja del sacro objetivo de la promoción de los derechos humanos», expresó
Durante actualización de Alta Comisionada Bachelet sobre Venezuela en @UNHumanRights, saludamos con satisfacción su reconocimiento a actuación de nuestro Estado, lamentando persistencia de elementos que siguen instrumentalizando DDHH con fines políticos. #DiplomaciaBolivariana pic.twitter.com/TvDI5d9tbU
— Hector Constant Rosales (@h_constant) March 17, 2022
De esta forma, dejó claro que aunque el país se siente satisfecho con el trabajo conjunto, con la oficina de la Alta Comisionada; mantiene el llamado de alerta ante la persistencia de esos elementos que algunos tratan de utilizar con fines y objetivos políticos.
Respeto en la ONU
La delegación venezolana ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) también recordó que la nación contribuyó con la ampliación de la presencia activa del personal de la Oficina de la Alta Comisionada. De esta forma se profundizó el trabajo y la labor que contemplan los acuerdos existentes.
«Sus funcionarios cumplen su mandato con total libertad y apoyo de los órganos competentes del Estado». Así expresó Héctor Constant, al ratificar toda la disposición del Gobierno Bolivariano para avanzar al respecto.
Junto a la actualización del informe ante la ONU, Bachelet también abogó por la reanudación del proceso de diálogo que se inició en México, entre el gobierno del presidente Nicolás Maduro Moros y factores de la extrema derecha venezolana.