El Gobierno de Venezuela, condenó el secuestro del buque Madleen, perteneciente a la Flotilla de la Libertad. A través de un comunicado, el canciller Yvan Gil denunció que las fuerzas de ocupación israelíes interceptaron la embarcación en aguas internacionales mientras esta transportaba ayuda humanitaria vital con destino a la Franja de Gaza.
El Gobierno venezolano calificó la acción como un flagrante acto de piratería y una agresión directa contra la solidaridad internacional. De hecho, el buque tenía el único propósito de hacer llegar alimentos, medicinas y un mensaje de esperanza al asediado pueblo palestino.
Los hechos ocurrieron durante la madrugada de este 9 de junio. En ese momento, las fuerzas israelíes abordaron el buque Madleen en una operación que la propia Flotilla de la Libertad denunció como un «secuestro». A bordo de la nave viajaban 12 activistas internacionales de derechos humanos.
Según los informes de la organización, las fuerzas israelíes bloquearon todas las comunicaciones antes de proceder con el abordaje violento en territorio marítimo internacional. Afortunadamente, los activistas confirmaron que no hubo heridos durante el asalto.
En este sentido, la República Bolivariana de Venezuela subraya que este nuevo atropello no es un hecho aislado. Por el contrario, se inscribe en el marco del genocidio que el gobierno de Benjamín Netanyahu ejecuta con total impunidad contra la población civil en Gaza. El comunicado venezolano acusa a Israel de llevar a cabo un secuestro y una masacre planificada y sostenida, la cual avanza amparada por el silencio cómplice de varias potencias occidentales que no toman acciones contundentes para detenerla.
Justicia y solidaridad internacional
Para Venezuela, impedir deliberadamente el ingreso de ayuda humanitaria constituye no solo una grave violación del derecho internacional, sino que también forma parte del andamiaje de exterminio sistemático que Israel impone sobre un pueblo que resiste valientemente. Esta acción demuestra un profundo desprecio por la vida y la dignidad humana.
La comunidad internacional ha reaccionado con firmeza ante este suceso. Organismos como la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Amnistía Internacional, junto a los gobiernos de España, Suecia, Francia, Turquía e Irán, condenaron la intercepción.
Asimismo, calificaron la operación como una clara violación del derecho internacional y un acto de piratería moderna. Tanto la ONU como Amnistía recordaron que el buque transportaba civiles desarmados y ayuda simbólica. Subrayaron, además, que Israel, en su calidad de potencia ocupante, tiene la obligación legal de garantizar el acceso a alimentos y medicinas para la población de Gaza.
Por lo tanto, Venezuela exige la liberación inmediata e incondicional de los 12 activistas secuestrados. De igual manera, reitera su llamado urgente para que se ponga fin al bloqueo ilegal sobre la Franja de Gaza y exige el cese definitivo de la agresión criminal que el Estado de Israel perpetra contra el pueblo palestino.
