Este sábado, 25 de Diciembre, el Papa Francisco ofició la tradicional misa de Navidad desde la Basílica de San Pedro, en ciudad del Vaticano. La bendición «Urbi et Orbi» (en español a la ciudad de Roma y al mundo) fue impartida por el Papa como es tradición, el Domingo de Pascua y cada 25 de diciembre. El sumo pontífice además se dirigió y bendijo a los católicos desde el balcón central de la Basílica de San Pedro donde pidió paz, concordia y diálogo.
El Papa Francisco deseó «paz y concordia» para el mundo y pidió «diálogo» para resolver los «muchos conflictos, crisis y contradicciones» abiertos a nivel global. Durante su mensaje navideño el sumo pontífice además pidió «solidaridad, reconciliación y pacífica convivencia» en toda América.
«Niño Jesús, concede paz y concordia a Oriente Medio y al mundo entero», exclamó el Papa Francisco desde la Basílica de San Pedro, al momento de dar la bendición «Urbi et Orbi».
Reflexiones del Papa en Navidad
El Papa Francisco también resaltó las consecuencias negativas de la pandemia la covid-19 dentro de la sociedad. Aseguró que existe «una tendencia creciente a retirarse, a dejar de esforzarse por encontrar a otros y hacer cosas juntos».
Además en cuanto a los conflictos internacionales, expresó que el diálogo es el único camino para resolver las disputas y alcanzar «beneficios duraderos para todos».
El Papa pidió a Dios darle consuelo a Afganistán. Un país que «durante más de 40 años ha sido duramente probado por los conflictos». Igualmente oró por el pueblo de Myanmar, «donde la intolerancia y la violencia atacan con frecuencia a la comunidad cristiana y sus lugares de alabanza».
Asimismo, se refirió a la situación en Siria, Yemen e Irak. Y pidió no ignorar la situación de Palestina y la crisis económica que atraviesa El Líbano. También recordó los conflictos en Europa del este, Etiopía y el Sahel.
«Seguimos siendo testigos de un número creciente de conflictos, crisis y desacuerdos. Estos nunca parecen terminar y ahora apenas los notamos. Nos hemos acostumbrado tanto a ellos que se están pasando por alto inmensas tragedias en silencio»; sentenció el sumo pontífice.