Aunque continúan a todo vapor las conversaciones para hallar una salida consensuada, a lo interno de la Unión Europea (UE) hay algo que ya está claro: no seguirán reconociendo a Juan Guaidó como supuesto presidente encargado de Venezuela. Esta decisión está muy vinculada con el resultado de las elecciones parlamentarias del 6D. La estruendosa derrota de la oposición ha terminado de agrietar la precaria unidad que existía en el cónclave de naciones del viejo continente.
Y es que saben que pasada la fecha del 5 de enero, tal como advirtió el expresidente español, José Luís Rodríguez Zapatero, el argumento que se habían inventado para darle reconocimiento a Guaidó pierde cualquier mínimo sentido. Por un lado, el mandato como diputado de Guaidó expira. Y por otro al dejar de ser parlamentario, también está incapacitado para asumir la presidencia transitoria de un país.
Ni lo uno, ni lo otro
De manera que está claro que la UE ya no seguirá dándole el respaldo a Guaidó, como supuesto mandatario encargado. Pero tampoco se decantan por la opción de no reconocer a nadie, porque ello ubicaría al gobierno constitucional del presidente Maduro y a la extrema derecha opositora en el mismo nivel.
Entonces, tal como revela el corresponsal en Bruselas, del ultraderechista diario español El País, Lluís Pellicer, la salida salomónica a este embrollo, estaría en otra fórmula rocambolesca. Al parecer, quieren reconocer a Guaidó como «el último presidente» electo «democráticamente» a la Asamblea Nacional. Igualmente, presionarían por elecciones «justas y democráticas». Esta fórmula mantendría parte del estatus conferido a Guaidó en lo internacional. Y -lo más importante para esta mafia- les permitiría seguir manejando fondos de la república, ilegalmente congelados en países como Portugal y Suiza, entre muchos otros.
Al parecer, al día siguiente de instalada la nueva Asamblea Nacional, es decir el 6 de enero la UE piensa emitir un comunicado oficial con su posición. Pero los analistas también indican que la unión de naciones europeas, espera la seña de su verdadero jefe: el gobierno de los Estados Unidos. Esto para adoptar una decisión definitiva.
En teoría el 20 de enero debería asumir, el líder del partido demócrata, Joe Biden, para un nuevo mandato de 4 años. Pero la gente del presidente saliente, Donald Trump, sigue sin fijar una posición clara. Todavía a estas alturas no aceptan la derrota con todas las letras.
