Dispuesta a saltarse los planes previstos y como si nunca hubiesen dudado de la Sputnik V, la Unión Europea oficializó su interés en comprar la vacuna rusa contra la covid-19. En tal sentido, la Agencia Europea de Medicamentos (AEM), inició los trámites par autorizar el uso del antídoto en sus países.
Inicialmente, el bloque del viejo continente contempló una estrategia de compras conjuntas, que articularía desde Bruselas, para surtir del fármaco a las naciones que forman parte de esa comunidad. Sin embargo, el retraso evidente y la falta de coordinación por parte de las autoridades, ya llevó a varios países a buscar sus propias opciones.
Además, la mencionada agencia europea ha declarado públicamente que la vacuna Sputnik V, creada por la Federación de Rusia, genera “la producción de anticuerpos y células inmunes que se dirigen al coronavirus y pueden ayudar a proteger contra la enfermedad que se deriva de la covid-19”.
Eslovaquia y Hungría, por ejemplo, se adelantaron en hacer sus solicitudes a Moscú. De esta manera, quienes gobiernan la Unión Europea (UE) han tenido que morderse la lengua y aceptar, luego de tantos ataques y críticas, la efectividad de la inmunización rusa.
Sin embargo, la UE mantiene también la negociación es para la compra de dosis fabricadas por las corporaciones Pfizer-BioNTech, Moderna y AstraZeneca. También evalúa las fórmulas de Janssen (Johnson & Johnson) y Curevac.
Otra vez, el gigante euroasiático
Al conocer que la incrédula Unión Europea (UE) tomó el camino trazado por Rusia, el gigante euroasiático ratificó su disposición y capacidad de producción; para atender la demanda equivalente a “50 millones de europeos, a partir de junio de 2021”.
Así lo dio a conocer al gobierno de Bruselas el Fondo Ruso de Inversión Directa, responsables de la elaboración masiva de la Sputnik V; institución que trabaja de la mano con el Centro Nacional de Epidemiología y Microbiología Gamaleya.
La Agencia Europea de Medicamentos informó mediante un comunicado que “evaluará el cumplimiento de la vacuna rusa Sputnik V; con los estándares habituales de la UE en cuanto a eficacia, seguridad y calidad”.
