Un grupo de actores, animadores e influencers de la farándula venezolana radicados en Miami, y liderados por el locutor, Luis Chataing, vuelven a saltar al ruedo político. Nuevamente, lo hacen con un mensaje pretendidamente pacífico, pero bajo el cual se encubre habilidosamente un metamensaje cargado de odio y violencia.
Este grupo de personalidades del mundo del espectáculo, hace gala de su manejo mediático. Presentando una pieza publicitaria de 2 minutos 20 segundos de duración, cuyo tono emotivo, sensiblero y cursi plantea, entre líneas, el exterminio del adversario político.
Apelando al gastado formato del noticiero con «noticias en positivo», enumeran una serie de acontecimientos favorables, que «muy pronto ocurrirán». El discurso subyacente es: 1) el chavismo es el culpable de todos los males que existen en el país y 2) los chavistas merecen un castigo ejemplarizante.
Mundo al revés
De esta forma tan truculenta se invierte la realidad. Regla de oro de la manipulación mediática: presentar a la víctima como victimario. Igualmente, se presentan como la única solución posible a un caos generado por ellos mismos, o por los grupos que dicen representar. Otra regla básica del engaño, crear un problema con una mano y con la otra presentar la posible salida.
Todo aderezado con un recurso bastante analizado por el comunicólogo Jon E. Illescas en su libro La dictadura del video clip. Esto es: la utilización de «estrellas» consagradas del pop o del mundo del espectáculo y ponerlos al servicio de una ideología abiertamente pro capitalista y pro hegemónica. Como ha sucedido con Katy Perry trabajando para el Pentágono o Shakira para la Casa Blanca.
Obviamente, aquí estamos hablando de «estrellas» de mucho menor brillo en términos de audiencia y facturación de dólares. Pero que están o estuvieron insertos en el imaginario colectivo venezolano, promovido desde las industrias culturales del país. No es casualidad que todos estas «luminarias» estén al servicio del guaidosismo, ni tampoco que todos se autopromuevan como modelos de éxito empresarial-profesional.
Malos políticos
Es un formato también utilizado por la farándula internacional. De tanto en tanto, «estrellas» de Hollywood o de la industria musical mayamera, arremeten contra el pueblo venezolano, con comentarios injerencistas o despectivos. Impulsando también una violencia simbólica.
Estos «artistas», metidos a políticos miran lejos a la hora de denunciar los abusos de una élite norteamericana, que literalmente asfixia la economía venezolana con un bloqueo injustificable. Obvian que el hostigamiento financiero ha provocado la muerte de más de 40 mil compatriotas, así como pérdidas económicas de entre 100 mil y 200 mil millones de dólares.
Tampoco se menciona que semejante hemorragia de recursos ha sido la causa de retrocesos en reivindicaciones sociales que ya se habían conquistado gracias al chavismo. El lado flaco de esta estrategia mediática es que Chataing junto a otros artistas de la «vieja guardia», como Belén Marrero, Ana Karina Manco o Carolina Perpetuo, han resultado con completo fiasco político. Como dijo alguién por ahí no vale la pena ni ignorarlos, a pesar de que siguen atizando el odio y la violencia.
QUÉ BELLO EL VIDEO DE CHATAING ???
JHasdjahs nah mentira, qué cringe pic.twitter.com/5uPdN6vsb4
— Perfectly splendid ?? (@ManuAndrss) October 13, 2020