La lucha por ganar simpatías entre la comunidad latina en los EE.UU., sigue siendo uno de los primeros temas en agenda, de cara a las elecciones presidenciales del 3 de noviembre. Tanto el actual mandatario que aspira a la reelección, el republicano Donald Trump, como su principal adversario el demócrata, Joe Biden, hacen esfuerzos importantes por captar adeptos en este sector. Algo perfectamente comprensible cuando se habla de una población que congrega a más de 30 millones de personas.
Tanto Trump como Biden son perfectamente conscientes de lo decisivo que resulta el voto latino en los comicios presidenciales. Por eso ambos intercambiaron mensajes en la previa del debate presidencial que se desarrolló el día de ayer. Igualmente, los dos abanderados hicieron esfuerzos por mostrar su cercanía con la comunidad venezolana radicada en Miami, así como con la población cubana fuertemente anticastrista.
Cerca de Florida
Trump aseveró que «pasa mucho tiempo cerca de la comunidad venezolana en Florida«. Asimismo, el líder republicano se vanaglorió de ser el presidente que «más ha hecho por los hispanos en EE.UU.» También se vanaglorió de haber recibido el premio «Bahía de Cochinos», «reconocimiento» que otorga la diáspora anticastrista. Y que conmemora el infame y fallido intento de invasión para derrocar al Comandante, Fidel Castro, en 1961.
Sin embargo, Biden acusó a Trump de aprobar deportaciones de venezolanos y cubanos hacia regímenes «dictatoriales». Y aseguró que pondrá freno a esa situación brindando mayores facilidades para que estos ciudadanos normalicen su situación en territorio norteamericano.
«Trump está deportando a miles de cubanos y venezolanos, de vuelta a regímenes dictatoriales. Terminaré con eso y otorgaré el estatus de protección temporal a los venezolanos», resaltó Biden.
En tal sentido, días atrás el senador demócrata, Bob Menéndez, acusó al gobierno de Trump de deportar a venezolanos a través de terceros países. Esto luego de prohibir todos los vuelos desde y hacia Venezuela.
Quiebra de empresas
Otro punto utilizado por Biden para atacar a su principal adversario fue acusarle de irresponsable en relación con el manejo de la pandemia. El demócrata puso el acento en la errática gestión sanitaria que ha provocado más de 200 mil muertes. Y en el caso específico del electorado latino ha desatado cientos de quiebras y cierre temporal de negocios.
«Comenzaré por escuchar a los expertos para poner esta pandemia bajo control y que finalmente podamos encarrilar nuestra economía. Trump sigue sin tener un plan real para abordar el virus que está devastando a las familias y negocios» del pueblo latino, según completó Biden.
Por su parte, Trump -como suele hacer- se defendió achacando toda la responsabilidad de la crisis sanitaria a la «plaga de China«. Resaltó que, antes de la covid-19, su gobierno logró las mejores estadísticas registradas por los hispanos en Estados Unidos.
Finalmente, Trump repitió su consigna de «ley y orden». Este mensaje siempre lo refiere desde las protestas antiracistas. Así pretende asegurarse el apoyo del electorado más conservador.
