El presidente de los Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, ha impuesto una especie de «embargo» sobre una empresa de Minnesota llamada 3M, dicha empresa produce: «Las mascarillas N95, también conocidas como FFR, poseen un filtro capaz de reducir en 95% partículas microscópicas del aire, incluyendo virus y bacterias, por lo que son imprescindibles para personas inmunodeprimidas y profesionales de la salud», como lo señala 3M en un comunicado.
Ley «anti brujas» vigente:
Donald Trump valiéndose de una ley que se remonta a 1950 cuando impulsaron la guerra de Corea, le prohibió a la gigante empresa Norteaméricana 3M «exportar mascarillas médicas N95, guantes quirúrgicos y cualquier otro producto médico a Canadá y Latinoamérica«.
Conocida como Ley de Protección de la Defensa Nacional (Defense Production Act), «faculta al Gobierno a redirigir la producción de insumos críticos al mercado interno, así como a ordenar a las empresas que tienen sus fábricas en el extranjero, que redirijan sus envíos hacia EE.UU.».
¡Exprópiese!
Aunque las medidas proteccionistas Estatales son atribuidas a regímenes socialistas y comunistas, en la meca del capitalismo se imponen severas restricciones a la empresa privada de realizar transacciones o cumplir con contratos preestablecidos, es lo que le pasó a 3M, cuando recibió vía twitter una dura amenaza del inquilino de la Casa Blanca:
“Hoy golpeamos duro a 3M luego de ver lo que estaban haciendo con sus mascarillas… Tuvimos una gran sorpresa en el gobierno, al descubrir lo que estaban haciendo. ¡Van a tener que pagar un alto precio!”.
El decreto ejecutivo, firmado el viernes pasado, ordena «a las oficinas federales de salud y de emergencia usar su autoridad legal para preservar las mascarillas N95, mascarillas quirúrgicas y guantes quirúrgicos, sólo para uso doméstico dentro de los EE.UU.«, indicó el New York Times.
¿Especulación, acaparamiento y apátridas?
Cual denuncia del gobierno venezolano al empresariado nacional, el mismísimo presidente gringo, denuncia ante la opinión pública a las empresas privadas Norteaméricana de “especuladores en tiempos de guerra”, estos «traidores a la patria» prefieren «vender a gobiernos y empresas extranjeras sus insumos médicos, que pertenecen al pueblo estadounidense quiénes están dispuestos a pagar más».
La reacción corporativa
El gigante de la industria de insumos médicos, 3M rechazó la medida por intermedio de un comunicado: “esta medida traerá importantes consecuencias humanitarias para los trabajadores de la salud de los países compradores, con quiénes tenemos compromisos internacionales y que debemos cumplir”.
“Cesar todas nuestras exportaciones de mascarillas producidas en los Estados Unidos, probablemente hará que otros países tomen represalias de igual forma, sin considerar que algunos ya lo han hecho. Si esto ocurre, el total de mascarillas disponibles en los Estados Unidos acabará por reducirse. Esto es justo lo contrario de lo que nosotros y el gobierno, en nombre del pueblo estadounidense, buscamos”, destacaron en el New York Times.
La empresa destaca además, que la mayoría de sus industrias se encuentran fuera de los EE.UU. por lo que estarían en peligro que otros países puedan tomar represalias contra sus empresas por haber incumplido con los contratos de ventas preestablecidos antes del decreto.
Continúa la «Nueva Guerra». Muchos plantearon que la guerra del siglo XXI tendría lugar por el agua, otros por petróleo, pero ningún analista internacional ni militar evaluó una Guerra de Mascarillas. El mundo se enfrenta y veremos los resultados.