Desesperado y resentido por la soberbia derrota que le propinó el demócrata, Joe Biden, el republicano, Donald Trump, baraja las últimas posibles jugadas antes de abandonar el poder definitivamente. Y en ese tablero Venezuela constituye una de las espinas más afiladas que tiene enterrada en su garganta. Todo lo que hizo fracasó. Pero ahora parece querer sacarse un último as bajo la manga: el zarpazo de la cacareada intervención militar, con la bendición de la arrastrada y servil Organización de Estados Americanos (OEA).
El Embajador representante de la República Bolivariana de Venezuela, ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, denunció que:
“Mañana la OEA apoyará a EE.UU. en golpe de Estado contra Venezuela cómo lo hizo en Bolivia. Rechazará resultados electorales pero “saludará” consulta hecha por Telegram para invadir a Venezuela. La obediencia ciega a Trump arrastra a la OEA a la humillación. Vea cita de resolución:”, expresó el alto funcionario a través de su cuenta de Twitter.
Golpe en marcha
De acuerdo con el documento divulgado por Moncada, en la OEA se está “cocinando” un nuevo zarpazo o plan golpista. Esto en un formato similar al desplegado en Bolivia, cuando le robaron las elecciones al líder indígena, Evo Morales.
La excusa empleada en el caso venezolano sería la no participación de todos los grupos políticos en las pasadas elecciones del 6 de diciembre de 2020. Un argumento sencillamente absurdo, puesto que la torpeza de no participar fue una decisión propia de esos partidos. Es decir, más bien un acto telegrafiado desde Washington.
Mientras que el planteamiento de la abstención, también es mendaz y acomodaticio. Puesto que las legislativas históricamente y en diferentes países siempre suscitan menor interés para el electorado en general. Sin contar que en Venezuela estamos bajo un asedio criminal por parte de EE.UU., aún en medio de la peligrosa pandemia de covid-19.
La derrota propinada por Biden a Trump fue resonante. Pero el quiebre provocado por el heroico pueblo venezolano y su Fuerza Armada Nacional Bolivariana, sin duda representa una bofetada en el rostro de un ser petulante, abominable y supremacista. Conviene estar en máxima alerta.