La socióloga egresada de la Universidad Central de Venezuela y rectora del Consejo Nacional Electoral, dejó en la memoria de todos los venezolanos aquella tan esperada o inesperada “tendencia irreversible“ para referirse a los resultados de los comisiones electorales, en medio de profundas controversias y en los momentos más complejos para la región suramericana.
Desde la emblemática entrada del Consejo Nacional Electoral (CNE), ubicado en el casco histórico de la capital venezolana y luego de 15 años como presidenta del ente rector, Tibisay Lucena Ramírez, se despide del CNE.
Las funciones como presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) que iniciaron en el año 2006, siempre estuvieron acompañadas de un carácter audaz y con mucho temple, en aquellos momentos de grandes contiendas y procesos que marcaron el rumbo de la política en Venezuela.
Tibisay Lucena oriunda de Barquisimeto, estado Lara, fue el arbitro del órgano rector de un país. A pesar de las críticas a favor y en contra, de ganadores y perdedores, esta mujer siempre demostró defender las reglas del juego, sin titubeos.
Y es que luego de conocerse los nombres de los nuevos rectores de ente comicial, el 12 de junio, inmediatamente se hizo viral en redes sociales el nombre de Tibisay Lucena, que como acostumbraba, no pasó desapercibida.
Su tono de voz, su pausa y su coherencia en el discurso acompañan los recuerdos de Lucena, así como la caminata protocolar por la emblemática rampa del CNE, minutos antes de dar a conocer los resultados de las contiendas.
Rectitud y Coherencia
En declaraciones, entrevistas y conferencias de prensa, Tibisay Lucena no desviaba la atención del propósito, dar los resultados, recordar las reglas del juego y responder a las interrogantes propias del pueblo venezolano, sin participar en conversaciones turbulentas que en más de 15 años supo manejar.
Firmeza a pesar de las adversidades
La recordada rectora venezolana del CNE, venció las adversidades, con mucha firmeza, nunca se doblegó ante las dificultades en lo relacionado a la salud, que cualquier persona podría sufrir en el transcurso de la vida y en cualquier escenario. Con profunda responsabilidad, convicción y discreción supo separar el ámbito laboral del personal.
La sonrisa en cualquier escenario la acompañaron a lo largo de su trayectoria profesional. Siempre en medio del huracán y desde una posición bastante compleja para cualquier ser humano. Hoy la misma sonrisa la despide como la máxima autoridad del Consejo Nacional Electoral.
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