Cuando el líder abandona a sus seguidores reina la confusión y las bases se desmoralizan. Después de repetir hasta la saciedad que nunca se iría del país, el corolario de la «épica» de Leopoldo López, fue la huida. Se marchó de la patria, aquel que solía decir: «aquí no se cansa nadie. El que se cansa, pierde».
Ahora se encuentra en España, en el acomodado barrio de Salamanca, junto a la godarria venezolana de nuevo cuño. En la nación sólo dejó un largo expediente de muerte y terrorismo, que difícilmente alguien en su sano juicio pueda echar de menos. También dejó varado aquí a su fiel escudero, que ahora anda desorientado. Sí, Guaidó está deshojando la margarita, entre huir como rata, igual que su jefe político. O permanecer en el país y enfrentar la cárcel como se lo mandaron desde Madrid, jolines.
El terrorismo, encarnado en Leopoldo López, se batió en retirada después de semejante cadena de fracasos: 3 intentos de golpe, 1 intento de invasión (Gedeón), 1 intento de magnicidio, 1 intento de colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), y 2 guarimbazos (uno breve y otro extendido). Y es que en todas estas aventuras fue derrotado. El pueblo y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana le dijeron un rotundo: No, a todos sus delirios de grandeza y a su trastorno narcisista de la personalidad.
PDVSA en la mira
Pero no quiere decir esto que la guerra por la segunda y definitiva independencia de Venezuela ya se ha ganado. Es un triunfo importante en una difícil batalla. Sin embargo, el terrorismo seguirá en sus andadas. Ahora desde el nuevo epicentro de la conspiración que será Madrid, con la activa colaboración de Miami y Bogotá.
Ya lo ha dicho claramente. López ahora se dedicará a verter su odio en la tarea de arreciar la «presión internacional». Grosero eufemismo, para maquillar sus intenciones de una asfixia total a la economía de Venezuela. Será uno de los principales frentes de batalla, pero no el único. El atentado terrorista contra la refinería de Amuay, perpetrado el 27 de octubre, revela que la ultra estará enfocada en dañar la planta física de PDVSA.
Obviamente, el objetivo será seguir afectando las actividades neurálgicas para la economía nacional, con la finalidad de retrasar las iniciativas de recuperación que se adelantan. El que ha sido terrorista dentro de su propia patria, con mucha más razón lo seguirá siendo afuera.
Venezuela avanza
Pero a pesar de todas las dificultades, el saboteo y el bloqueo genocida, esta patria de Libertadores avanza. Seguimos buscando el camino de la reactivación económica. Y en esa línea, es un hecho significativo que esta semana la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) haya aprobado el presupuesto de la nación, correspondiente al año 2021.
Como ya es tradición en la Venezuela bolivariana, la planificación presupuestaria tiene un marcado énfasis en el aspecto humano. Por ello el 76,4% de lo ingresos serán destinados a la promoción de la inversión social.
El ser humano como centro de todas las políticas y no el mercado, como proclama el pensamiento único neoliberal. La Ley de Presupuesto del 2021, junto a la Ley Antibloqueo, brindarán al Ejecutivo importantes herramientas para impulsar la recuperación económica. Venezuela avanza.