Desde el año pasado, la humanidad ha tenido que enfrentar a una pandemia que azota a todos por igual y que ha cobrado miles de vidas. No se consigue la vacuna ni la cura todavía para combatir el Coronavirus, hasta ahora, se ha aplicado un riguroso tratamiento y una normativa social drástica que cambiará el comportamiento, por un buen tiempo, en nuestra sociedad.
El hecho de que el virus se propagara primero en el continente asiático, que se caracteriza por ser pioneros en descubrimientos tecnológicos, aplicaciones, robótica, drones y hasta inteligencia artificial, representó una ventaja para el resto de las naciones ya que se tradujo en avances para enfrentar el COVID-19 con alternativas en ese innovador escenario.
Robots asistenciales
Roxo -robot repartidor de FedEx- o Scout -de Amazon- que pueden servir para conseguir esta política de contacto cero entre humanos.
Un ejemplo que sí se ha estado utilizando recientemente en China ha sido un robot de la empresa Keenon Robotics. Una máquina de comportamiento semiautomático -está controlado por un operario- que permite transportar medicinas y alimentos a las personas en las zonas de aislamiento.
Drones
Con estos aparatos se ha llegado en China, por ejemplo, a pulverizar y desinfectar calles. Para ello, se han servido de modelos de DJI, el mayor productor del sector, que han incorporado sistemas de aspersión para lograr este cometido. Esto está sirviendo para no poner en peligro a personal de limpieza y optimizar sus recursos.
De igual manera, en algunos casos se ha llegado a utilizar para labores de vigilancia policial, advirtiendo a la población de la necesidad de que se dirijan a sus casas para continuar con la cuarentena. La firma Shenzhen MicroMultiCopter (MMC) pensó en algo más: desplegar drones para transportar ayuda médica en remoto. En España, por ejemplo, se ha utilizado en ciudades como Madrid para monitorizar a la población.
Aplicaciones de Seguimiento
Uno de los grandes logros de Corea del Sur en la lucha contra la pandemia está siendo, además del acceso directo a test masivos, su capacidad de hacer seguimiento de los ciudadanos infectados y de su entorno. Para ello, han venido creando servicios digitales y aprovechando los datos de movimiento procedentes de los teléfonos móviles para lograr romper la cadena de transmisión del coronavirus. Las herramientas de autodiagnóstico están proliferando.
De esta manera, según diversos estudios consultados, la sociedad coreana ha conseguido aislar todo lo que está siendo posible a los infectados, reduciendo así la propagación del virus. Las restricciones en materia de protección de datos en Europa dificulta la implantación de una herramienta parecida. Una «app» llamada Corona100m dispone de una tecnología llamada «geofencing» que ejerce de «valla virtual» para que los usuarios, mediante la recepción de una alerta móvil, pueda saber si está entrando en una zona con casos masivos de contagios, permitiéndole así extremar las precauciones.
En China, donde surgió la epidemia, han aprovechado la alta penetración de teléfonos móviles en su población (1.300 millones de personas) para generar un software en donde se introducen unos pocos datos personales y si tienen síntomas. Así, Alipay Health Code, gestionado por el gobierno chino, genera un código QR con el nivel de riesgo (rojo, amarillo, verde). Una información que le puede servir a las autoridades sanitarias para hacer una monitorización de los posibles infectados y saber de antemano si se está cumpliendo o no la cuarentena.
Pero una de las más avanzadas en la actualidad es TraceTogether. Un proyecto en Singapur que ha permitido reducir a niveles increíbles el número de contagios. A diferencia de otras herramientas de seguimiento, esta emplea la tecnología inalambrica Bluetooh para ayudar al gobierno del país a localizar y notificar a las personas que han estado en contacto cercano con alguien infectado con el coronavirus. Permite, entonces, detectar a otros usuarios que se encuentran a dos o cinco metros y registra sus códigos de indentificación aleatorios y cifrado. Si un usuario de la aplicación da positivo por el coronavirus, el Ministerio de Salud envía un registro de la aplicación al gobierno.
En Madrid, un interesante proyecto a iniciativa de la Comunidad de Madrid ha llevado a un grupo de profesionales del sector de la tecnología y el emprendimiento a crear una aplicación llamada Coronamadrid, diseñada para descongestionar los servicios sanitarios. A través de un formulario y una serie de datos, los usuarios pueden analizar su estado de salud a través de un sencillo test evitando así el colapso de las líneas telefónicas abiertas para la atención ciudadana.
Mediante unas sencillas preguntas, es posible saber cuáles de los síntomas del coronavirus está sufriendo el paciente y desde cuándo.
Big Data y uso de datos móviles
El análisis de datos masivos en tiempo real se ha convertido en un caballo de batalla para los países afectados. Existen numerosos servicios digitales y mapas inteligentes que se están desarrollando tanto a nivel local como globalmente están sirviendo para hacer un seguimiento de las infecciones. Información de gran utilidad que, sumados a los gráficos de estudios matemáticos y otros profesionales compartidos en internet, sirve para conocer el avance de la pandemia.
Uno de los más mapas más importantes es el proyecto de la Universidad Johns Hopkins lanza un mapa para monitorizar los casos de coronavirus en tiempo real mediante la tecnología de la empresa Esri. La herramienta ofrece una representación visual de todos los casos globales de Wuhan Coronavirus (2019-nCoV) confirmados en el mundo, con datos de la OMS y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU., entre otras fuentes. El usuario puede explorar dónde y cuándo se han producido los brotes, así como cuántos pacientes se han recuperado y cuántos han fallecido.
En España, la Generalitat valenciana ha puesto en marcha un proyecto piloto en España para recabar información agregada de datos anonimizados de los ciudadanos a través de los teléfonos móviles. Mediante un acuerdo firmado entre el Instituto Nacional de Estadística (INE) y las tres principales operadoras del país (Telefónica, Vodafone y Orange) se podrá evaluar el impacto de las medidas de confinamiento en la expansión del coronavirus.
Agencias/RRV