El fútbol es un negocio acaparado por la FIFA y es tan rentable al mismo tiempo, que no permite ningún tipo de jugada “fuera de lugar”.
Estos caballeros del Business, que saben mejor que cualquier crack, que lo mejor del fútbol no está en las canchas, sino en los bancos; han puesto un ultimátum a una tentativa rebelde que buscaría armar un torneo al margen de su paraguas omnipresente.
En la FIFA se han enterado que un grupo de grandes clubes pretenden armar un gran torneo aparte a la Liga de Campeones de Europa, y en el que solo pudieran jugar los equipos millonarios.
Esta propuesta tendría el presunto nombre de “Superliga”, un proyecto herético a los ojos del ente mundial que regula este deporte.
«Jugada preventiva»
Antes de que la idea tome vuelo, le han cortado las alas con una advertencia que se parece a una simple amenaza mafiosa; no podrá participar en ningún torneo organizado por la FIFA “cualquier club o jugador involucrado en una competición de ese tipo”.
Este ultimátum tiene la densidad de una especie de excomunión perpetua del deporte del que son dueños unos pocos.
No importa si es rumor
Sin tomarse la precaución de confirmar primero, en la FIFA no le paran a los rumores y actúan al mejor estilo de la doctrina preventiva: “A raíz de las recientes especulaciones mediáticas sobre la creación de una ‘Superliga’ cerrada por parte de algunos clubes europeos, la FIFA y las seis confederaciones (AFC, CAF, CONCACAF, CONMEBOL, OFC y UEFA) quisieran reiterar y enfatizar una vez más que tal competición no sería reconocida ni por la FIFA ni por la respectiva confederación”.
Según medios europeos, la idea de la Superliga no es nueva. Al menos en 2018 se habrían filtrado partes del proyecto, del cual presuntamente El Real Madrid sería el abanderado.
Si bien en La Casa Blanca del fútbol lo han negado, sí han sugerido “la necesidad de que se realicen cambios importantes en las competiciones europeas”.